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Errores comunes en la recría de gallinas y cómo corregirlos para una producción óptima

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Errores comunes en la recría de gallinas y cómo corregirlos para una producción óptima

La recría es una fase decisiva en la vida de una gallina, y como explica el Dr. Rafael Lera, de Hendrix Genetics, es fundamental prestar atención a los detalles para garantizar el éxito a largo plazo en la producción de huevos. En una reciente entrevista con Cátedra Avícola & Agropecuaria, Lera compartió los errores más comunes que se cometen durante la recría y ofreció estrategias clave para corregirlos.

20240923 – Dr. Rafael Lera, Hendrix Genetics

La obsesión por el peso corporal y la negligencia de la uniformidad

Uno de los primeros errores que señala Lera es la excesiva preocupación por el peso corporal, a menudo a expensas de otros factores igualmente importantes, como la uniformidad de las aves. “Es frecuente ver que los productores se enfocan tanto en alcanzar el peso objetivo que descuidan la uniformidad”, explica Lera. Este desequilibrio puede generar lotes desiguales, lo que impacta negativamente en la producción futura. La competencia entre las aves por alimento, derivada de una densidad excesiva o una distribución inadecuada del alimento, es uno de los principales culpables de esta falta de uniformidad.

La presentación del alimento: Clave para evitar la desuniformidad

Lera destaca que la presentación del alimento también es crítica para mantener la uniformidad. “Las gallinas prefieren partículas más gruesas”, explica. Un alimento con una granulometría desuniforme, con exceso de partículas finas, puede llevar a un comportamiento selectivo de las aves, donde unas consumen las mejores partes del alimento mientras otras quedan con los residuos, generando diferencias de tamaño y peso en el lote. La recomendación es clara: utilizar una presentación adecuada del alimento, con micropellet o migaja en las primeras semanas, para favorecer el crecimiento parejo.

Errores en el manejo del pico y su impacto en toda la vida productiva

Otro de los errores críticos que menciona Lera es el manejo inadecuado del corte de pico. Un corte de pico mal hecho puede afectar gravemente a la gallina durante toda su vida, impidiendo que se alimente correctamente y generando problemas de uniformidad. “Un mal manejo del pico puede echar a perder todo el trabajo realizado en la fase de recría”, advierte Lera, quien subraya la importancia de realizar este procedimiento con precisión para evitar problemas a largo plazo.

La Iluminación: Un factor clave para la producción de huevos de calidad

Lera también aborda los programas de iluminación, que a menudo se implementan de manera incorrecta o sin la anticipación necesaria. “Los programas de luz tienen un impacto directo en el tamaño de los huevos”, señala. Aunque muchos productores ajustan la nutrición para influir en el tamaño del huevo, Lera aclara que el manejo adecuado de la iluminación durante la recría es el factor que más incide en este aspecto. Un programa de iluminación bien planificado no solo ayuda en la recría, sino que también prepara a las aves para alcanzar el tamaño de huevo deseado durante la fase de producción.

Desarrollo de la capacidad de ingestión: Clave para un Buen Inicio de Postura

Uno de los puntos más interesantes que destaca Lera es la necesidad de desarrollar la capacidad de ingestión de las gallinas durante la recría. “Durante la fase crítica del inicio de la postura, las aves necesitan una gran cantidad de nutrientes, y su capacidad de ingestión es clave”, comenta. Para ello, recomienda distribuir el alimento de manera que las aves puedan desarrollar esa capacidad, evitando que los comederos estén siempre llenos. Esta estrategia ayuda a las aves a consumir mejor los nutrientes durante la fase productiva.

El entrenamiento alimenticio: Un desafío resistente pero necesario

Aunque este enfoque de vaciar los comederos puede ser resistido por los productores, Lera insiste en su importancia. “Es una técnica que a menudo cuesta implementar, pero los resultados son evidentes cuando se hace correctamente”, señala. Este “entrenamiento alimenticio” no solo prepara a las gallinas para el inicio de la postura, sino que también ayuda a mantener una ingesta equilibrada durante la fase productiva, mejorando la eficiencia alimentaria y asegurando una buena salud de las aves.

En conclusión, el Dr. Rafael Lera destaca que la recría es una fase compleja que requiere un manejo cuidadoso y estratégico. Prestar atención a factores como la uniformidad, la presentación del alimento, el manejo del pico y el programa de iluminación puede marcar la diferencia entre un lote de gallinas productivo y uno problemático. Además, el desarrollo de la capacidad de ingestión y el manejo adecuado de la alimentación son fundamentales para asegurar el éxito a largo plazo en la producción de huevos.