Más de 20 millones de cabezas se encuentran afectadas por la sequía y no hay miras de que se recupere en el corto plazo. Una de las problemáticas más grandes para el productor es la falta de pasturas en el corto plazo por la falta de lluvias.
Al respecto, el consultor ganadero, Victor Tonelli, indicó que “hay pérdidas importantes de preñez en servicios que ya han cerrado como la zona Centro y NEA. En todo ese periodo la condición de los animales ha sido baja y hay que esperar no menos de un 5 o 6% de mermas en preñez, es decir cerca de un millón de terneros menos para 2024”. El especialista explicó entonces que “eso va a incidir en las ofertas de 2025, pero en lo inmediato estamos hablando de un millón de vacas que van a quedar vacías. La tendencia es que la mitad de esa cifra va a faena, así que en lo inmediato deberíamos esperar para marzo/abril/mayo una faena extra de vaca de 500.000 cabezas, lo cual recae en la oferta de carne”. La falta de pasturas incide directamente en la cría del ganado vacuno, por lo que Tonelli apunto a que “si bien el clima está cambiando, en dos meses viene el otoño y con una helada se pone todo amarillo, por lo que deberemos esperar unos 8 meses para que vuelvan a haber pasturas”.
“El rodeo vacuno había mejorado en volumen y había mostrado índices de productividad significativamente superiores a lo que veníamos acostumbrados, porque veníamos de marcaciones de entre 60% y 62% sobre vientres entorados y el ultimo año que pudimos medir, que son los terneros que se vacunaron en otoño de 2022, nos acercaba cerca del 66 y 67%”, explicó. “Si bien es verdad que teníamos menos stock o estábamos estabilizados con el volumen de cerca de 54 millones, teníamos una eficiencia más importante y con la misma cantidad de vacas teníamos más terneros. Es decir que esto es un paso atrás, pero no veo que cambie la tendencia a la mejora de la eficiencia a menos que se recupere la oferta forrajera”, indicó.
“La reserva de pasturas va a ser el tema más complicado, porque no solo estamos escasos de forrajes y las existencias actuales de pasto son cortas, pensando que nos queda otoño de no más de 2 meses. Va a llover, vamos a ir recuperando agua en los suelos, pero los pastos van a aparecer recién en primavera, es decir que todavía nos quedan 8 meses largos para recuperar el volumen de oferta. Cambia el clima, cambian las expectativas, pero no cambian las existencias forrajeras. No es lo mismo que llueva en agosto, sabiendo que nos queda la primavera y el verano, que llueva ahora que tenemos 2 meses hasta el otoño”, concluyó.
