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    El transporte de los pollitos de engorde

    El transporte de pollitos de un día es una etapa crucial en la cadena de producción avícola, por lo que para asegurar el éxito y la rentabilidad de la industria es fundamental garantizar el bienestar y la salud de estos pollitos durante su trasladado desde las plantas de incubación a las granjas de engorde.

    Autor: Santiago Cura, Servicios de Vacunación Unidad Avícola Ceva Cono Sur

    El transporte de pollitos recién nacidos desde la planta incubadora hacia la granja desempeña un papel fundamental en su rendimiento posterior. Mientras que las incubadoras mantienen un ambiente interno totalmente controlado, el transporte implica el riesgo de exponer a los pollitos a condiciones externas no controladas.

    Para asegurar que los pollitos recién nacidos respondan de la mejor manera posible al ambiente en el que se encuentran, es crucial proporcionarles condiciones de comodidad desde el principio de sus vidas. Si el equilibrio es incorrecto, el estrés puede tener un impacto negativo en su desarrollo, lo que afectará su inmunidad, consumo inicial de alimento, digestión, uniformidad, aumento de peso e incluso puede aumentar la mortalidad en casos graves. Por lo tanto, no tiene sentido invertir esfuerzos máximos en técnicas de crianza e incubación si la buena calidad de los pollitos se ve comprometida durante el transporte.

    El transporte de animales vivos se considera una de las principales causas de estrés, lo que puede afectar negativamente su bienestar. En el caso de los pollitos, cuando son retirados de la incubadora, abandonan un entorno idealmente controlado en términos de temperatura, humedad relativa y ventilación. A medida que avanzan hacia la sala de expedición y posteriormente al transporte, se ven expuestos a climas diferentes y menos controlados. Este cambio puede generar situaciones desfavorables para su bienestar.

    Los pollitos de un día están adaptados para el transporte y cuentan con ciertas características que les permiten resistir sin problemas durante ese período. Al nacer, llevan consigo un residuo de yema que les proporciona nutrientes necesarios durante los primeros días de vida. Además, pueden estar cómodos sin alimento ni agua durante aproximadamente dos días, siempre y cuando se mantenga la zona de neutralidad térmica dentro de las cajas de transporte.

    Es crucial mantener una temperatura adecuada y constante en el rango de 30 a 33°C durante el transporte. Dentro de este rango, el metabolismo de los pollitos se mantiene en un nivel básico de mantenimiento, lo que resulta en una mínima producción de calor y pérdida de agua. Esto contribuye a su comodidad y bienestar durante el viaje.

    Si la temperatura dentro de las cajas de transporte se eleva por encima del rango óptimo mencionado anteriormente, los pollitos se verán obligados a utilizar la energía proveniente de la yema de forma más rápida. Esto se debe a que intentarán mantener una temperatura corporal óptima de alrededor de 40 a 40.5°C sin recurrir al jadeo excesivo. Sin embargo, esta utilización acelerada de la energía del vitelo conlleva la desventaja de que las proteínas que se destinaban al desarrollo de los sistemas digestivo e inmunitario no estarán disponibles.

    Además, el jadeo excesivo, que es una respuesta a altas temperaturas, conlleva la pérdida de agua a través de la respiración. Esto aumenta el riesgo de deshidratación en los pollitos durante el transporte. Por lo tanto, es fundamental mantener una temperatura adecuada dentro de las cajas para asegurar que los pollitos no sufran estrés térmico, agotamiento de energía y deshidratación, lo que podría afectar negativamente su desarrollo y bienestar.

    Cuando la temperatura a la que se encuentran los pollitos está por debajo de la zona de neutralidad térmica, es decir, más fría de lo óptimo, los pollitos de un día se ven obligados a utilizar sus propios recursos para mantener una temperatura corporal adecuada en lugar de destinarlos al crecimiento y la salud. Esto implica que la energía y los nutrientes que podrían haberse utilizado para su desarrollo normal se destinan a la termorregulación.

    En términos generales, el estrés por temperatura, ya sea por exposición a temperaturas demasiado bajas o demasiado altas, genera malestar en los pollitos. Además, este estrés térmico puede suprimir una producción eficiente, ya que los recursos que se desvían para mantener la temperatura corporal no se utilizan para un crecimiento óptimo y una salud robusta. Por lo tanto, es esencial mantener una temperatura adecuada durante el transporte para evitar tanto el estrés por frío como el estrés por calor, y así promover el bienestar y el desarrollo saludable de los pollitos.

    Existen otros factores que pueden aumentar el estrés durante el transporte, como el manejo, las vibraciones, las restricciones de espacio, el ruido y los contaminantes. Por lo tanto, si el traslado desde las incubadoras hasta las granjas no es adecuado, se corre el riesgo de comprometer gran parte del trabajo y tiempo invertidos en obtener pollitos de calidad en la sala de incubación.

    El transporte de pollitos puede ocasionar una serie de efectos negativos directamente relacionados con el proceso, como deshidratación, estrés y mortalidad. Además, también puede resultar en efectos menos evidentes, como la pérdida de peso durante el traslado, alteraciones en el peso corporal de los pollitos hasta que alcanzan los 21 días de edad, y modificaciones en el peso del vitelo (ver gráfico 2).

     

    Los problemas más significativos en el transporte de pollitos en camiones con sistemas de refrigeración están relacionados con la variabilidad de la temperatura dentro de los remolques de carga y la falta de una adecuada circulación del aire. El microclima dentro del remolque puede ser desafiante de controlar debido a la existencia de dos entornos distintos: uno dentro de las cajas de los pollitos y otro en el ambiente circundante. Dado que se trata de un proceso que involucra seres vivos, el calor metabólico generado por los propios pollitos dificulta aún más el control de este entorno.

    Otra consideración relevante es que los pollitos recién nacidos son animales fisiológicamente inmaduros y se enfrentan a diversos desafíos durante el transporte, como se mencionó anteriormente. Uno de los desafíos más significativos es mantener una temperatura corporal adecuada, la cual está fuertemente influenciada por las condiciones del microclima en el que se encuentran.

    Además, se suma otro inconveniente a este proceso, y es que actualmente no existe un consenso claro en cuanto a los parámetros ambientales óptimos para el transporte de los pollitos recién nacidos. Esto dificulta la capacidad de prever los posibles efectos sobre las respuestas fisiológicas de los animales durante el transporte.

    Cómo verificar un transporte adecuado

    Existen varios mecanismos para verificar, a través de distintos puntos de control, si el proceso de transporte se ha llevado a cabo de manera adecuada.

    En primer lugar, es fundamental realizar un análisis exhaustivo de toda la información disponible relacionada con la monitorización, tanto a través de las sondas instaladas en los camiones como de cualquier otra información recopilada durante el proceso de transporte. Esto nos permitirá evaluar diferentes aspectos, tales como:

    • La eficiencia de los sistemas de ventilación y climatización utilizados durante el transporte.
    • Determinar si el tipo o diseño de los camiones utilizados es el adecuado para garantizar condiciones óptimas para los pollitos.
    • Evaluar si la renovación del aire dentro del remolque de carga es suficiente y adecuada para mantener un entorno saludable.
    • Analizar si el manejo por parte del conductor durante el proceso de transporte es el adecuado, teniendo en cuenta aspectos como la velocidad, las maniobras y el trato suave hacia los pollitos.

    Otro punto importante para considerar es la temperatura de trabajo (set point) en los camiones. Esta temperatura de referencia para el sistema de ventilación y refrigeración puede variar dependiendo de una serie de factores. Es importante mantener una temperatura de referencia constante en el vehículo, independientemente del clima exterior y la cantidad de pollitos cargados. Sin embargo, esta temperatura debe ajustarse según el material de la caja, la densidad de los pollitos y su tamaño. La variabilidad del tamaño de los pollitos puede dificultar la adaptación precisa de la temperatura de trabajo, especialmente cuando se transportan diferentes lotes. Es recomendable utilizar sistemas de monitoreo y control de la temperatura para realizar ajustes durante el transporte y asegurar un ambiente térmico adecuado.

    Además de considerar los puntos mencionados anteriormente, es importante tener en cuenta la evaluación de indicadores de bienestar basados en los animales. A continuación se enumeran varios:

    • Temperatura cloacal
    • Comportamiento de los pollitos
    • Peso corporal

    Tanto la temperatura cloacal como el comportamiento son indicadores precisos del bienestar de los pollitos durante el proceso de transporte. Para garantizar un comportamiento de confort y una temperatura cloacal dentro del rango óptimo (40 – 40.5 °C), se presenta a continuación una tabla orientativa (Tabla 1) con las condiciones ambientales adecuadas:

    Asimismo, la Tabla 2 muestra la descripción del comportamiento esperable de los pollitos dependiendo de la temperatura a la que se vean expuestos:

    Finalmente, en cuanto al tercer indicador, hemos observado que los pollitos transportados sin incidencias durante un promedio de 6 horas pueden experimentar una pérdida de peso promedio de 1 gramo por pollito. Estas pérdidas de peso suelen estar relacionadas principalmente con la pérdida de agua. Sin embargo, es importante destacar que pérdidas de peso superiores a 4-5 gramos por pollito pueden dar lugar a problemas más graves y deben ser abordadas con atención y precaución.

    En resumen, para verificar que este proceso se realiza de manera adecuada deberíamos considerar la evaluación de los datos en los siguientes puntos:

    • Evaluar las condiciones ambientales en la sala de expedición
    • Medir y evaluar la temperatura cloacal en distintos puntos de la sala de expedición
    • Medir el peso de los pollitos en la sala de expedición
    • Observar el comportamiento de los pollitos en la sala de expedición
    • Evaluar condiciones ambientales durante el transporte
    • Medir y evaluar la temperatura cloacal de los pollitos en la descarga
    • Medir y anotar el peso de los pollitos en la descarga, para evaluar la pérdida de peso durante el transporte
    • Observar el comportamiento de los pollitos en el momento de la descarga
    • Anotar y evaluar las bajas en el momento de la descarga
    • Observar y evaluar el tiempo que tardan en repartirse el 100% de los pollitos en la nave
    • Medir y evaluar parámetros productivos tales como la GMD y el IC durante los primeros siete días

    Valorando todos estos puntos es posible obtener una visión muy precisa del proceso, así como asociar posibles pérdidas o problemas al mismo.

    En definitiva, el transporte de pollitos de un día es una etapa crucial en la cadena de producción avícola y requiere una atención especial para garantizar el bienestar y la salud de los pollitos. La correcta preparación previa al transporte, la elección adecuada del vehículo, el manejo suave de los pollitos, el control de la densidad y la ventilación, y el monitoreo constante son elementos fundamentales para asegurar un transporte exitoso. Al implementar estas prácticas, la industria avícola puede asegurarse de que los pollitos lleguen a su destino final en condiciones óptimas, sentando las bases para un crecimiento saludable y una producción eficiente.

    * El equipo técnico de Ceva ha llevado a cabo diversos estudios sobre el transporte de los pollitos de un día de vida. Hasta la fecha se han monitorizado más de 100 viajes en 5 compañías distintas. Los equipos utilizados para la monitorización constan de 1 data lloguer encargado de recoger la información de 27 sondas de temperatura y humedad relativa, así como de 1 sonda de CO2.