Bronca de una cadena agrícola tras quedar excluido de una medida del Gobierno

    Desde la Asociación Argentina del Girasol (ASAGIR), su presidente, nos cuenta cómo impacta la decisión de excluir al cultivo de la eliminación de las retenciones y cómo se perfilan para la próxima campaña. "Esperamos que el girasol sea tenido en cuenta en algunas de las medidas, o bien, algún tipo de cambio diferencial o eliminación de retenciones que sería lo mejor".

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    La Asociación Argentina del Girasol (ASAGIR) emitió un comunicado lamentando que el complejo agroindustrial del girasol haya sido excluido en incluir en el programa de eliminación de derechos de exportación para las economías regionales.

    “El girasol es un cultivo propio de los márgenes de la zona núcleo que muchas veces permite a los productores sostenerse en pie dadas sus condiciones de adaptación a los climas complejos y sensibles a los efectos del cambio climático”, consideraron desde la cadena girasolera.

    Según Asagir, este cultivo se extiende principalmente en el Norte de nuestro país, en La Pampa y el Sur de Buenos Aires, y las industrias de transformación también tienen una distribución muy regionalizada; de hecho, y constituye un elemento clave para el empleo industrial en sus localidades.

    El desarrollo genético también es regional, y ofrece empleo rural a través de proveedoras desemillas y trabajo colaborativo con el INTA.

    Cabe recordar que la industria de procesamiento de girasol agrega valor local y compite en desventaja en el exigente mercado mundial de aceites. Además del grano (7%), los productos industrializados del girasol también tienen un castigo impositivo incomprensible; el aceite y los pellets tienen alícuotas que van entre el 7% al 5%. Esto va en desmedro de la agregación de valor industrial, e impide la mejora de los precios percibidos por los productores agrícolas, resultando en un desincentivo para ampliar la superficie de producción.

    “Si mantenemos estos niveles de derechos de exportación, perderemos la oportunidad de ser proveedores competitivos en un mundo que necesita el aceite de girasol argentino debido a la invasión rusa a Ucrania”, advirtieron.

    Para Asagir, la cadena del girasol puede volver a ser un contribuyente muy importante al crecimiento del empleo, generación de divisas y agregado de valor en origen en nuestro país, si el Gobierno no se empeña en lo contrario.

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