Claudio Zuchovicki se caracteriza por ser optimista, y frente a esta cualidad, le preguntamos: ¿si Argentina fuera una acción, comprarías?. Claudio no lo duda y responde afirmativa e inmediatamente: “Obvio que sí. El mercado es futuro, el pasado ya está, ninguno de nosotros lo puede modificar. Y en el futuro yo creo que hay condiciones que van a pasar. Tengo la sensación que vamos a tener una oportunidad enorme en Argentina. Pero no por el presente, sino porque hay una frase también –que es de Keynes, que me la enseñó De Pablo–, que dice «no hay peor dolor que el soportable». ¿Por qué? Porque uno no cambia hasta que el dolor es insoportable, y creo que eso finalmente es lo que nos está pasando. Y yo veo, y estoy completamente convencido, que es la primera vez en mucho tiempo que no importa el partido político, no importa el color… que no se están discutiendo las cosas básicas. Por ejemplo, ya nadie discute que hay que bajar el déficit fiscal, hasta el oficialismo dice quela emisión genera inflación. Eso ya es un avance enorme, Argentina discutió muchos años eso. Entonces cuando ya veo que hay cosas que empezamos a estar de acuerdo, las cosas básicas, me alienta. Yo me equivoqué bastante en el 2016 por confundir esperanza con expectativa. Esperanza es un sueño, expectativa es tener datos. Y yo a veces confundo lo que quiero que pase con lo que puede pasar. Creo que lo que viene va a ser mucho mejor de lo que vivimos y que también nos vamos a conformar con mucho menos. Hoy creo que la micro está cubierta y el que está fundido es el Estado. Y como yo tengo una mirada bastante liberal del concepto: yo divido de izquierda a derecha de acuerdo a tu grado de tolerancia al Estado, y como yo le tengo menos tolerancia al Estado y creo más en el emprendimiento privado, y como el Estado no tiene un mango, no tiene ni cómo hacer nada, creo que el próximo ciclo viene de los privados y ahí le tengo mucho más fé”, augura el economista.
“Lo incierto es peor que lo malo”
Para Zuchovicki esta es su frase de cabecera al hablar de finanzas. Y lo explica de esta manera: “vos a lo malo te adaptás. «Retenciones, bueno… tengo retenciones. Tengo que aprobar una SIRA…» te adaptás, estas son las reglas del juego. A lo incierto, no… «¿Aprueban la SIRA? No sé.» Ese «no sé» te mata porque, no voy a ir a buscar contado con liquidación porque si me aprueban la SIRA consigo a un precio, y si no te la dan a… Toda esa incertidumbre te paraliza. Una regla estable en el tiempo es mucho mejor que una regla perfecta, aunque no sea buena la regla. Vos lo que buscás es tener una zona de confort donde te puedas manejar. Cuando estás incierto estás muy inseguro. Los mercados que varían mucho de precio son los inciertos. La incertidumbre seduce porque es donde podés ganar, es el vértigo. ¿Por qué Schumacher, con todo lo que tenía, seguía corriendo a 300 km por hora? ¿Qué sentido tenía? Y dejó, y estaba en la gloria… ¿Para qué volvió? Porque amaba el vértigo, corría por su sangre. Yo no, quizás yo manejo a 20 km por hora pegado al volante. No me gusta el vértigo. Entonces para mí lo incierto es peor que lo malo. Y en el mercado tenés de los dos y por eso es mercado. Esto es un juego de «suma cero», uno gana y otro pierde. Ahora, si tu negocio es la incertidumbre, es que te manejás con menos escrúpulos. ¿En qué tipo de sociedad querés vivir? ¿El fin justifica a los medios? No. Pero para alguna parte de la sociedad argentina, sí. Si el fin justifica a los medios, entonces –desde mi punto de vista– entiendo que con incertidumbre se puede ganar mucha plata, pero hay otro que la pierde. Hay una frase que yo también siempre repito, que es mentira que crisis es oportunidad. Es mentira. Crisis es crisis. Es oportunidad para pocos, para el que estuvo preparado.
La historia la escriben los que ganan finalmente. La crisis deja un montón de gente en la calle. Por eso, depende de qué lado uno habla en esa historia. Una cosa es hablar con respaldo económico, una cosa es hablar con ahorros, otra cosa es hablar cuando la está corriendo de atrás”, afirma Zuchovicki. Y aclara: “una cosa es distribución y otra cosa es movilidad social. Mi generación tuvo movilidad social. De donde yo vengo, mi viejo carpintero, mi hermano y yo profesionales. Mi viejo vivió mucho mejor que su abuelo. Había movilidad social, alguien de abajo podía llegar. La generación actual perdió esa movilidad social y confundieron distribución.
Distribución es sacarle a uno para darles a otros; movilidad social es agrandar la torta. Lo que perdió la Argentina es esa posibilidad de agrandar la torta. Estamos discutiendo cómo repartimos las pocas reservas que quedaron, cómo repartimos lo que recaudamos, cómo repartimos lo que hay, el stock. Pero nadie está pensando en la generación de flujo nuevo. Esa es la gran transformación de fondo, pensar en el flujo nuevo y no tanto en cómo distribuimos lo poco que hay”.
En Argentina lo que falta es la confianza
Sin dudas, la explicación a esta desconfianza reinante en los argentinos es más política que económica. Según Zuchovicki, el argentino está sobre educado financiero. Está tan educado financieramente que no confía. No confía en la justicia, ni en los políticos, en las hipotecas, en los alquileres, en el instrumento cheque. Tampoco cree en la Ley, porque las leyes se debaten… “Cuando la gente tiene tanta incertidumbre, se refugia en otra cosa. ¿Qué es otra cosa en Argentina? El dólar. La Reserva Federal de Estados Unidos informa públicamente, cuántos de sus dólares están en qué países. ¿Y quién compra esos dólares? Los países que más desconfianza tienen. El mayor tenedor de dólares en el mundo es Rusia con 82.000 millones de dólares. El segundo país con más dólares es China: 52.000 millones de dólares. Y el tercero es Argentina: 50.000 millones de dólares escondidos del sistema financiero. El punto es cómo generar credibilidad para que los inviertan en Argentina. Argentina tiene un problema cultural, mucho más que de educación, mucho más profundo. De economía en negro, de la coima, de la ventaja. La mayoría de los empresarios que llegan a la Argentina le pegaron un codazo a otro. Ejemplo, nosotros vamos al exterior y respetamos todas las reinas. Vino un alemán a la Argentina y terminó coimeando –Siemens–. Entonces, hay un tema cultural”, explica Claudio Zuchovicki.
Elecciones
“No tenemos ni idea quién puede ganar las elecciones, pero una vez que lo sepamos, tampoco vamos a saber cómo será la transición, porque no es lo mismo que Massa tenga chances a que nos las tenga”, sentenció el economista. Luego se preguntó, “si tiene chances, ¿va a cambiar?, ¿va a repartir más?, ¿quiere ganar o le conviene ser el jefe de la oposición? Y si Massa no entra, ¿qué va a hacer durante la transición? Todos estos interrogantes, te paralizan. Pero por otro lado, las medidas que anuncian los otros candidatos también paralizan. Esta incertidumbre genera una economía terriblemente inflacionaria con un condimento fuerte, que es la recesión. El tema es a qué velocidad van a tomar medidas los que asuman y si la realidad les permite acelerar los tiempos. El que gane va a hacer lo que pueda con lo que encuentra” afirmó.
En este sentido, Zuchovicki dijo que los mercados castigan los consensos, “si la mayoría piensa que algo va a pasar, ya pasó. Hay gente que ya se está cubriendo de lo que va a pasar”. Luego agregó, “hay cosas en la vida que son inevitables, entonces vos tenés que preguntarte qué vas a hacer cuando te pase. Hay cosas de la macro argentina que son inevitables, ¿Estamos preparados para saber lo que va a suceder? Hoy sabemos que el tipo de cambio oficial no vale lo que vale hoy, que la inflación es más alta, que tienen contenidos los precios relativos… Muchos se prepararon y, a diferencia de otros momentos, estamos preparados por eso le tengo mucha fe al futuro, pero antes vamos a sufrir un poco”.
“Argentina está quebrada económica y moralmente. Parte del voto es a la moralidad y todo lo que estamos viviendo. Está quebrada institucionalmente, porque tampoco gozas de una confianza en los otros poderes (Justicia y Congreso) . También están quebrados los partidos políticos por dentro”, dijo el economista.
Inflación
Respecto del proceso inflacionario, Zuchovicki dijo que “a una inflación de más del 12% que está pisada, la sensación térmica de la inflación es aún mayor. El dólar subió $100, esto quiere decir que es un activo más. Estamos en presencia del desprecio por el peso, que es una de las definiciones de la inflación. En una hiperinflación las subas son de más del 50% mensual, no la tenemos y no creo que suceda. Pero cuando vos no tenés dimensión de cuánto valen las cosas es el desprecio por la moneda, porque te pueden poner el valor que quieran a los productos y a vos te va a dar lo mismo. Un mismo artículo puede tener distintos precios con una cuadra de diferencia”.
En cuanto a las inversiones que puedan venir a la Argentina, Zuchovicki opinó que “la primera plata no va a venir por credibilidad, sino porque va a ser barato invertir en Argentina. Hay momentos en que la avaricia nos puede a todos, somos seres humanos. Si los bonos están baratos, los van a comprar. Las primeras inversiones van a ser especulativas, eso va a cambiar el ánimo de la gente y ahí se va a generar un círculo virtuoso. Los seres humanos también somos volátiles”, concluye Zuchovicki.
