“Se viene un desierto”: alertan que se desplomó la importación de insumos críticos para vacas, aves y perros

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    En la Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal (Caena) denunciaron que entre enero y agosto último se registró una fuerte caída en el ingreso de productos que se usan para elaborar alimentos

    En medio del contexto económico difícil para el país y de cara a las elecciones generales, la Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal (Caena) alertó que la importación de insumos que se usan para elaborar alimentos para las producciones de carnes, leche y huevos se vuelve cada vez más crítica. También afecta a los productos para mascotas.

    A través de un informe, en esa cámara advirtieron que la importación de las materias primas entre enero y agosto último, comparado con el mismo periodo de 2022, bajó un 44% en total. Esto representa alrededor de US$100 millones menos.

    Según explicaron allí, en 2022 en volumen se importaron 698.806.858 kilos de diferentes productos, mientras que en los primeros ocho meses de 2023 solamente ingresaron al país 393.209.091 kilos. El problema se dio por la baja autorización en el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), un mecanismo que unifica los trámites de pedidos de importación en una única ventanilla.

    De acuerdo a lo que informaron, esta situación surge de los datos oficiales del Indec. En el sector hay consultas por “las notables bajas en las liberaciones de Siras” en las últimas semanas.

    “La situación es muy crítica. Esto va a generar muchos problemas porque no cambia”, dijo Francisco Schang, gerente de Caena a LA NACION, quien enumeró que los productos en los que hay impacto son las proteínas como leche, huevos, carne vacuna, cerdos y pollos. “Además, seguimos sin que nos dejen pagar. No estamos pudiendo pagar y nacionalizar nada. Salió solo una SIRA en las últimas tres semanas”, contó.

    En rigor, dijeron que en vitaminas la importación entre enero y agosto de 2023, con respecto a 2022, cayó un 18%. El año pasado se trajeron 2.729.999 kilos y en 2023 2.233.146 kilos. En tanto, los microminerales bajaron un 25%, de 36.579.643 kilos a 27.590.005 kg. Los aminoácidos retrocedieron en el mismo período un 23%, de 19.570.916 kilos a 15.121.778 kg. El fosfato de calcio se redujo un 29%, de 25.043.132 kg a 17.828.889 kg.

    Además, entre otros productos, los antioxidantes tuvieron una baja del 50% en la importación siempre en igual lapso, de 53.580 kg a 27.058 kg. En tanto, el impacto en los acidificantes fue de un 8%, de 21.380.886 kg a 19.661.808 kg. Mientras que los antibióticos cayeron un 14%, de 1.175.287 kg a 1.015.122 kg. En el caso de la urea la baja fue de 48%, de 588.897.064 kg a 306.998.895 kg. En tanto, la pulpa de remolacha disminuyó un 19%, de 3.376.351 kg a 2.732.391 kg.

    A este ritmo y sin un horizonte de liberación de ningún tipo para los próximos meses lo que se viene por delante es un desierto de insumos… Entonces ¿qué hacemos?”, planteó Schang.

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