Qué medidas se deben tomar una vez que la Influenza Aviar ha ingresado a una granja

    El médico veterinario, Horacio Gamero, titular de HG Poultry Consulting, relató cómo se manejó México con los casos detectados en sus granjas.

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    El médico veterinario, Horacio Gamero, titular de HG Poultry Consulting, relató cómo se manejó México con los casos detectados en sus granjas.

    “Al ser galpones cerrados, se corta la ventilación y se coloca plástico del lado de afuera para evitar que el virus salga, ya que esos animales van a sacrificio. Hay que prepararse para eliminar todos los cadáveres de las aves”. En este sentido, explicó que antes se debe hacer una fosa de un metro cúbico por cada 600 kilos (totalizando entre ave y material de cama).

    La sugerencia que hace el especialista es cavar una fosa de 3 metros de profundidad para dejar un metro de tierra hasta la superficie. Luego, se coloca cal viva en todo el predio del lado exterior, desde el borde de los galpones hasta el cerco perimetral para tratar de hacer una biocontención y que, en el caso que haya virus suelto, vaya hacia otro lugar. “En simultáneo,  se hacen las tareas dentro del galpón, amontonando las aves una vez sacrificadas, poniendo las muertas hacia el centro del galpón, tapándolas con camas para empezar el proceso de fermentación”, explicó Gamero.

    Cabe decir que no se puede abrir el galpón hasta que las pilas fueron chequeadas, que lleguen a 60 grados, lo que tarda de 3 a 4 días como mínimo, con el galpón herméticamente cerrado. Las personas que entren, tendrán que hacerlo con toda la indumentaria adecuada. Para poder salir del galpón, se debe desinfectar a todo el personal y eliminar la ropa que utilizaron con un autoclave eléctrico. Una vez que fermentaron los cadáveres, comienza el proceso de embolsado, con bolsas de residuos de entre 15 y 18 kilos (entre animales y cama), se las precintan y se desinfecta todo con formol al 10%.

    Luego se abre el galpón para trasladar todo el material que estaba embolsado y se lo lleva a las fosas de enterramiento, que serán cubiertas con cal. Una vez terminado ese paso, comienza el proceso de lavado y desinfección, que se hará en dos oportunidades, con un control de la superficie lavada. Concluída esa etapa, se puede volver a repoblar las granjas con aves EPF, las que deberían permanecer por 21 días dentro del galpón. “Los chequeos de estas aves se hacen extrayéndoles sangre y analizando el suero buscando anticuerpos. En el caso de las aves EPF, que son libres de patógenos específicos, se esperaría que no solo no tengan anticuerpos si no que no se enfermen en ese periodo”, puntualizó el veterinario.

    Respecto de la situación en Argentina, Gamero advirtió que “lo que se viene no es algo, ya que siempre se dice que se van  a hacer las cosas bien en materia de bioseguridad y después cuesta cumplirlo”.

    “Hoy hay que hacer un llamado a todos los productores y a los que estamos ligados de una u otra forma a la avicultura para  extremar las medidas de seguridad”, indicó. Entre las medidas de bioseguridad más relevantes que se deben tomar, el experto recomendó que “no debe ingresar a la granja nadie que no sea necesario;  hacer el cambio de calzado para que, si alguien va a la granja,  lo haga con botas de goma para poder lavarlas y desinfectar bien. Lo ideal también sería hacer un cambio de ropa”.

    “En países como México ya no hay granjas en las que uno no tenga que bañarse antes de entrar, ya sea en las de pollos parrilleros o de reproductoras”, explicó. También señaló que se utilizan dos tipos de calzados y que las granjas están delimitadas con zonas sucias y zonas limpias. “Tenemos que aprender este tipo de maniobras y empezar a implementarlas en nuestros establecimientos”, concluyó.

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