Optimizando el Agua en la Agricultura: Perspectivas desde el INTA

    La importancia del agua como recurso indispensable para potenciar la productividad. "De cada 100mm, 65mm entran en los suelos por lo tanto, eso aumenta la importancia no solamente de capturarla sin de transformarla en un servicio que Argentina y el mundo demanda".

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    Tuvimos el privilegio de conversar con Cristian Álvarez, especialista en gestión del agua en agricultura del INTA General Pico, La Pampa. Álvarez compartió valiosas perspectivas sobre la importancia del agua en la agricultura y las innovaciones implementadas para su cuidado y reutilización.

    El agua es el nutriente por excelencia en la agricultura, siendo responsable del 80% de la variabilidad de producción en el campo. Desde la producción de granos hasta la ganadería avícola, el agua es esencial en todas las etapas del proceso. Por ello, el cuidado y la gestión eficiente del agua son fundamentales para garantizar la productividad y la sostenibilidad en el sector agrícola.

    Una de las principales estrategias promovidas por el INTA es la captura y administración eficiente del agua en el suelo. Álvarez enfatiza la importancia de optimizar la eficiencia de uso del agua, medida en kilogramos de grano por milímetro de agua. Señala que un cultivo de maíz eficiente debería producir entre 22 y 24 kilos de grano por cada milímetro de agua. Esta eficiencia es crucial para maximizar la productividad y reducir el impacto ambiental de la agricultura.

    El INTA ha desarrollado numerosas tecnologías y prácticas innovadoras para mejorar la gestión del agua en la agricultura. Desde sistemas de rotación de cultivos hasta cultivos de cobertura, se han implementado diversas estrategias para optimizar el uso del agua y reducir el riesgo hídrico. En muchos casos, estas prácticas han demostrado ser altamente efectivas, permitiendo un uso más eficiente del agua y una mayor producción agrícola.

    Una de las áreas de investigación más destacadas del INTA es el cultivo de cobertura. Estos cultivos, que se siembran durante los meses de invierno y se dejan en la superficie para mejorar la cobertura del suelo, han demostrado ser altamente efectivos para reducir la erosión, mejorar la retención de agua y aumentar la fertilidad del suelo. Además, el INTA ha llevado a cabo ensayos exitosos de cultivos de cobertura en invernaderos, logrando reducciones significativas en el uso del agua sin sacrificar el rendimiento.

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