La diputada provincial Silvina Vaccarezza, referente del radicalismo y productora agropecuaria, fue entrevistada por Cátedra Avícola & Agropecuaria tras su reciente reunión con la Zona 2 de CARBAP en Junín. En ese encuentro, se debatieron los históricos reclamos del sector agropecuario: excesiva presión fiscal, deterioro de la infraestructura rural y falta de previsibilidad en las políticas públicas.
Durante la conversación, Vaccarezza hizo hincapié en la estructura tributaria que pesa sobre los productores: impuestos municipales, provinciales, nacionales y retenciones a las exportaciones. En su visión, este esquema desalienta la inversión y limita el potencial productivo del campo argentino. “Si el productor tuviera más incentivos, produciríamos mucho más”, afirmó.
En relación con los derechos de exportación, fue contundente: “Cobrarle al productor por exportar no ocurre en casi ningún país del mundo”. Además, cuestionó la volatilidad de las decisiones oficiales, como el regreso de retenciones a partir del 30 de junio. “Son medidas cortoplacistas que muestran una gran ignorancia sobre cómo funciona el campo”, expresó.
Una de las principales preocupaciones que llevó a la reunión fue el mal estado de los caminos rurales. “Hay distritos donde se cobran tasas, pero no hay contraprestación”, denunció. Propuso sincerar las cuentas municipales y reorientar fondos existentes hacia la reparación de caminos. También señaló que algunas tasas, como la de guías para traslado de hacienda, han quedado obsoletas y deberían eliminarse.
En cuanto al impuesto inmobiliario rural, explicó que solo el 12% se destina al Fondo Compensador de Caminos. Para revertir esta situación, presentó un proyecto legislativo que propone aumentar ese porcentaje, reduciendo mínimamente la porción asignada a provincia y municipios, con el fin de potenciar el fondo destinado a infraestructura vial rural.
Vaccarezza también criticó la falta de obras hídricas en la provincia y a nivel nacional. Mencionó el caso del plan maestro del Río Salado, paralizado desde hace años. “El Salado atraviesa 58 distritos. No se lo puede tratar como una cuenca más”, advirtió. Por eso, presentó un proyecto para crear por ley el Comité de Cuenca del Río Salado, con tratamiento específico, similar al que tienen los ríos Luján o Reconquista.
La diputada recordó que todos los bonaerenses pagan impuestos en el combustible que deberían financiar obras viales e hídricas. Sin embargo, las rutas nacionales y los sistemas de drenaje siguen en estado crítico. “¿A dónde van esos fondos?”, se preguntó, cuestionando la ineficacia del uso de los recursos públicos.
Además, destacó que el problema de la infraestructura no solo afecta a la producción agropecuaria, sino a la vida cotidiana en el campo: desde los trabajadores rurales hasta los docentes y alumnos que deben desplazarse por caminos en mal estado. “El dinero está, porque el productor paga”, subrayó.
Sobre el ánimo del sector, Vaccarezza fue clara: “La sequía deprime, pero la inundación genera mucha bronca”. Contó que en zonas como Villegas hay tensión entre vecinos por la realización de canales clandestinos para desviar el agua. “Estas obras no pueden postergarse más”, sentenció.
La entrevista cerró con un llamado al trabajo conjunto entre municipios, provincias y Nación para atender las urgencias del agro. “Que se sinceren las cuentas y se invierta en lo que corresponde. Solo así podremos acompañar de verdad al productor que sostiene al país”, concluyó la diputada.