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    COBISE 1: tecnología, arraigo y sustentabilidad en el corazón de la avicultura entrerriana

    El ingeniero agrónomo Martín Frickel lidera desde sus inicios el complejo de bioseguridad COBISE 1 en Conscripto Bernardi. En esta entrevista con Adalberto Rossi, comparte cómo se construyó, consolidó y proyecta una unidad productiva modelo que integra avicultura, agricultura, ganadería y desarrollo humano.

    Con la vista puesta en la eficiencia y la bioseguridad, COBISE 1 se ha transformado en una referencia nacional en materia de producción avícola. Ubicado en Conscripto Bernardi, Entre Ríos, este complejo forma parte de Cabaña Avícola Feller, perteneciente al Grupo Motta, y es liderado desde sus comienzos por el ingeniero agrónomo Martín Frickel.
    En diálogo con Adalberto Rossi para el programa Cátedra Avícola & Agropecuaria, Frickel detalló el funcionamiento de esta unidad modelo que conjuga tecnología, trazabilidad y capital humano.

    El complejo comenzó a construirse en 2010, sobre un campo virgen. Frickel se sumó al proyecto en 2011, incluso antes de recibirse como ingeniero, y desde entonces ha visto crecer una estructura pensada para ser eficiente, autosuficiente y escalable.
    Desde sus inicios, COBISE 1 promovió el arraigo: hoy, más del 90 % del personal proviene de la pequeña comunidad de Conscripto Bernardi. Los primeros empleados fueron formados desde cero y hoy ocupan cargos clave, en un modelo de crecimiento que combina tecnología y capacitación continua.

    En lo productivo, el complejo cuenta con una planta de acopio con capacidad para 1.500 toneladas de maíz y soja, una planta de alimento balanceado de 5 toneladas por hora y una planta de extracción de aceite de soja por extrusado y prensado en frío. Todo el sistema está conectado digitalmente y puede monitorearse desde el celular: desde el estado de los galpones hasta la trazabilidad del alimento y la producción de huevo.

    La innovación no se detiene. El software que controla todos los procesos fue desarrollado internamente por un integrante del equipo informático de la empresa. Con fibra óptica instalada, los datos fluyen en tiempo real, permitiendo ajustes instantáneos y un control riguroso de cada eslabón productivo.

    Además de su función principal como núcleo reproductivo, COBISE 1 ha diversificado sus actividades. En los espacios libres entre galpones se inició una producción de ganadería Aberdeen Angus, aprovechando los subproductos de la planta. También se realiza agricultura (maíz y soja), que abastece parcialmente las necesidades internas. El estiércol de las aves se reutiliza como fertilizante, cerrando un círculo de sustentabilidad poco frecuente en la industria.

    Frickel destaca el compromiso del equipo y la visión de Héctor Motta, quien impulsa constantemente mejoras e inversiones en todas las áreas. “Lo que nos mantiene motivados es que siempre hay algo nuevo, siempre se crece, siempre se innova”, afirma el ingeniero, quien además cumple funciones de selección de personal en la zona.

    Con una combinación única de integración vertical, desarrollo territorial, tecnología propia y visión a largo plazo, COBISE 1 no solo es un complejo de bioseguridad. Es un modelo de gestión agroindustrial que demuestra que en el interior profundo también se hace avicultura de clase mundial.