El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) continúa con sus tradicionales jornadas a campo, y una nueva edición se celebrará el próximo 25 de septiembre en Paso de los Libres, Corrientes. Adrián Bifaretti, Jefe de Promoción Interna del organismo, destacó que estos encuentros anuales permiten no solo acercar conocimientos técnicos mediante charlas y paradas en establecimientos productivos, sino también abrir el debate sobre temas de coyuntura que impactan directamente en el negocio agropecuario. “Ahí hay un ida y vuelta con los técnicos, se habla sobre la tecnología y los problemas… se conversa con los técnicos, con otros productores, y sobre la posibilidad de extrapolar lo que en ese campo se resolvió bien”, señaló.
Uno de los principales ejes de debate en esta edición será la inminente entrada en vigencia de la normativa de la Unión Europea que prohíbe la importación de productos asociados a la deforestación posterior al año 2020. Esta medida afectará no sólo a la carne vacuna, sino también a la soja, café, cacao, aceite de palma y otros commodities relevantes para el agro argentino. “Es como un patovica que se pone en la puerta de la Unión Europea y te dice: ‘vos entrás y vos no entrás’. Y el ‘no entrás’ tiene que ver con que si deforestaste no entrás”, explicó gráficamente Bifaretti.
La buena noticia para el país, según expresó el representante del IPCVA, es que Argentina cuenta con una ganadería ambientalmente sustentable en relación con otras regiones productoras, especialmente en comparación con Brasil y Paraguay. “A nosotros nos da que el 87% del territorio es nulo de deforestación”, detalló Bifaretti, en alusión a los estudios metodológicos realizados junto con el CONICET.
Sin embargo, el cumplimiento de esta regulación no será sencillo. Requiere un sistema robusto de trazabilidad que incluya imágenes satelitales, datos geolocalizados y cumplimiento de normativas laborales, fiscales y de respeto territorial. “Te exigen que los animales que dan origen a esa carne vayan pasando por establecimientos en donde vos puedas demostrar con geolocalización, con interpretación de imágenes satelitales, que vos no tocaste una hojita del bosque”, puntualizó el especialista.
La reticencia de algunos productores a compartir datos puede derivar en una barrera adicional. No obstante, el sector trabaja activamente en una solución tecnológica conjunta mediante plataformas que agrupan a actores clave desde entidades agropecuarias hasta transportistas y frigoríficos. “El productor no debería tener miedo porque acá se va a terminar armando términos y condiciones”, aclaró Bifaretti.
Más allá del cumplimiento normativo, para Bifaretti esta transformación representa una oportunidad. “Siempre te obligan a subir la vara”, afirmó. Las exigencias europeas reflejan una tendencia global hacia prácticas más sustentables que, lejos de ser una amenaza, deben ser vistas como una herramienta para mejorar la competitividad de la carne argentina. En este sentido, el cambio de mentalidad de las nuevas generaciones de productores juega un rol central: “Los más jóvenes, centennials, millennials, acompañan esto”, concluyó.