La detección de un foco de Influenza Aviar en una granja comercial de la provincia de Santa Fé, puso en jaque a productores, técnicos y al mismo SENASA, generando una dudas entre los mismos integrantes del comité técnico de CAPIA, que piden que una revisión de las muestras tomadas.
El caso es que en esa misma granja de gallinas reproductoras, no se detectaron síntomas de la enfermedad (no hubo animales muertos, ni baja en el consumo de alimentos, ni una caída en la productividad). La granja comercial se encuentra en el límite (kilometro 9,9 ) del anillo de seguridad que se establece cuando se detecta un brote, que en este caso se dio en aves de traspatio. “El 7 de marzo tuvimos un caso positivo en aves de traspatio. Se eliminó el lote y, según dicta el protocolo, se estableció el anillo de 3 km del brote, más 7 km de anillo de vigilancia”, relató Yari Lucerna, reconocido médico veterinario en del sector avícola que participó del procedimiento. “Dentro del anillo de vigilancia hay 4 granjas comerciales, una de ellas –que tenía estrictas medidas de seguridad – dio positivo en los PCR, sin haber presentado aún síntomas en las aves. Pedí una contramuestra justamente porque no había sintomatología, pero SENASA se negó”, indicó Lucerna quien destacó también que al día de hoy “el lote continúa en perfecto, sin ninguna sintomatología, 5 días después de haber obtenido los resultados, pero va a ser sacrificado”.
Por su parte, desde el Comité Técnico de CAPIA también se solicitó una contramuestra, pero el organismo sanitario no accedió. “Me comuniqué con técnicos especialistas de Chile y me dijeron que cabe la posibilidad de que el lote tenga una baja patogenicidad o quizás haya un error en el muestreo”.
Desde la empresa, decidieron tomar, de forma particular, unas 40 muestras con la presencia de un escribano. Pero, “lamentablemente, es probable que el sacrificio de las aves se ejecute antes de que lleguen los resultados de laboratorio . Tampoco sabemos por qué aún no se llevó a cabo el sacrificio de las aves. Sin dudas, el daño económico para la empresa es irreparable, ya que además de las aves, van a tener meter en la misma fosa los huevos producidos que están dentro de la granja”, explicó Lucerna.
La situación generó confusión no solo entre los productores y empresarios del sector, sino también entre los profesionales veterinarios, “puedo estar confundido, pero me avala el 100% de los colegas en este caso. Es una pena porque estamos todos intranquilos e inseguros y se soluciona con una contramuestra”, dijo Lucerna. “La realidad es que, por el estatus sanitario que teníamos antes de que ingrese esta enfermedad, estamos todos aprendiendo cómo manejarla, desde los productores, los veterinarios y hasta el mismo SENASA. Hay casos en los que se debería considerar tomar una contramuestra. Hasta ahora nadie se negó a sacrificar sus aves ante un caso positivo de Influenza Aviar, pero este caso es diferente porque estaba dentro de la zona de vigilancia y no se presentó ninguna sintomatología. La duda ameritaba un nuevo testeo”, dijo.
Respecto de cómo ingresó el virus, Lucerna indicó que pudo haber sido por una falla en las medidas de bioseguridad o muy probablemente por el viento, “pero eso hay que analizarlo”.
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