En medio de un escenario de alta tensión geopolítica, con focos de conflicto activos y una amenaza latente sobre el estrecho de Ormuz, el licenciado Héctor Arese trazó un panorama de los principales desafíos que enfrenta la economía global. Durante su participación en el programa radial Cátedra Avícola & Agropecuaria, Arese destacó la importancia estratégica de estar “lejos de los centros de conflicto” como ventaja comparativa para la Argentina, aunque no exenta de consecuencias económicas.
Uno de los puntos más sensibles del análisis fue el impacto en el estrecho de Ormuz, por donde transita más del 20% del petróleo y casi el 30% del gas natural del mundo. La suspensión de las líneas regulares de buques de carga ya provoca efectos dominó en los precios del crudo —el Brent subió de 70 a 77 dólares en pocos días— y en los fletes marítimos globales. “Esto pega directamente en los grandes jugadores de la industria, como China, y desencadena presiones inflacionarias”, explicó Arese.
Además del riesgo económico, el especialista llamó la atención sobre el trasfondo del conflicto: el avance de Irán en su programa nuclear. Según informes recientes, Teherán estaría en una etapa avanzada de construcción de armas nucleares, lo que habría acelerado la reacción de Israel y el reposicionamiento estratégico de Estados Unidos en la región.
“La energía nuclear vuelve a estar en el centro del tablero como elemento de desestabilización global”, advirtió Arese. Para el analista, la participación de Irán en el fortalecimiento de grupos como Hezbollah y los hutíes, así como su historial en ataques terroristas en el exterior, son señales que no pueden ignorarse.
Respecto al rol de Israel, Arese fue claro: “Es un país pequeño y no puede permitirse una amenaza existencial como una bomba nuclear en manos de un enemigo declarado. De ahí su presión a Estados Unidos para que actúe con mayor decisión.”
Frente a este panorama, el especialista concluyó que es probable que haya un aumento sostenido en los precios internacionales del petróleo y una posible afectación en los flujos del comercio mundial. Aunque Argentina esté geográficamente alejada de estos focos, su inserción en el comercio internacional —especialmente de alimentos y energía— la convierte en un actor no ajeno a los coletazos del conflicto.
El cierre de la entrevista dejó abierta la posibilidad de nuevas repercusiones en los días venideros, con Arese sugiriendo que el próximo paso dependerá de si Estados Unidos opta por limitarse a un rol de apoyo o se involucra militarmente de forma directa.