También se reimplementó el diferencial a favor de los productos con mayor valor agregado para detener la primarización de las exportaciones. Se destinarán u$s11.550 millones para el pago de compensaciones a pequeños productores.
Tal como adelantó Ámbito, el ministro de Economía, Martín Guzmán, anunció ayer una reducción temporal de las retenciones del complejo sojero y a su vez un diferencial para los productos con mayor valor agregado como aceites y harinas. De esta manera el poroto percibirá una alícuota del 30% en octubre, a partir de los 33% actuales y luego comenzará a subir un punto porcentual hasta enero próximo. En tanto los productos industriales bajarán al 27% / 28%, según el rubro, para luego ubicarse definitivamente en el 31%/30%.
El objetivo primordial de la medida es que crezca la liquidación de divisas del sector agroexportador que ayer marcó una reducción interanual del 14,6% según las estadísticas de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC). En paralelo también se busca que los productores agropecuarios aceleren las ventas de unas poco más de 17 millones de toneladas de soja, valuada en u$s6.200 millones, que aún conservan en sus silos.
A su vez, el diferencial, eliminado por el Gobierno anterior, que ahora favorecerá a los productos con mayor valor agregado, lograría detener la primarización de las exportaciones del complejo sojero. Según las estadísticas nacionales, la molienda de la oleaginosa registra una caída interanual del 22% y mientras tanto las plantas de crushing detentan una capacidad ociosa cercana al 50%.
Otra de los anuncios fue la creación del programa de Compensación y Estímulo a pequeños productores de soja y cooperativas a los que se les destinarán $11.550 millones. En tanto, el ministro remarcó que las compensaciones serán mayores para aquellos productores alejados de la zona núcleo. Justamente fue uno de los pedidos que había realizado el sector productivo cuando se anunció en marzo pasado el pago de compensaciones según escala productiva. Este beneficio alcanza a poco más de 41.200 pequeños y medianos productores que producen menos de 1.000 toneladas por campaña.
Como último punto Martín Guzmán, quien estuvo acompañado del ministro de Agricultura, Luis Basterra, adelantó el llamado a convocatorio para el próximo 14 a los integrantes del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) para consensuar la elaboración de una ley de fomento de las exportaciones del sector.
Asociado al complejo exportador también se anuncio la creación de planes de fomento a la exportación de los sectores de la carne, vino y foresto industrial, entre otros.
En representación del campo asistieron al evento en Casa Rosada, Dardo Chiesa (Mesa de Carnes), José Martins (CAA) y Gustavo Idígoras (Ciara-Cec). Justamente este último fue quien encabezó en persona las negociaciones con el ministro Guzmán. Los exportadores pretendían un recorte en las retenciones mayor a los 3 puntos y otras medidas asociadas, pero finalmente el Gobierno no dio el brazo a torcer y avanzó con sus plantes sin un consenso final entre las partes.
Los ausentes con aviso fueron los representantes del a Mesa de Enlace, quienes recibieron a la invitación del Gobierno pero desistieron de asistir al evento y en paralelo se mostraron su descontento. “Una baja de 3% porcentuales y por un corto período sólo estimulará la liquidación de aquellas toneladas en manos de los exportadores que rápidamente harán una toma de ganancias, aprovechando liquidar con un 30% de derechos de exportación aquello que compraron descontado de un derecho del 33% y nuevamente se habrá generado de facto un diferencial, es decir una traslación de recursos desde el sector productivo al industrial. No es una baja circunstancial de unos puntos de retenciones, el problema es mucho más hondo, e interpela la confianza y los gestos cotidianos que el Gobierno tiene para con el campo en general”, detalló Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
Mientras tanto, desde el sector industrial remarcan que partir del diferencial de retenciones en complejo sojero, la industria podría pagar entre 10 y 15 dólares más por tonelada de soja, lo que beneficiaría directamente al productor que a su vez hoy cuenta con precios internacionales en alza.
Por su parte, Salvador Di Stefano, analista del mercado de granos adelantó que la medida no redundará en una mayor venta de soja: “el productor en esta etapa retiene mercadería, porque desconoce si en los meses siguientes la seca podría dejarlo con menos recursos, y confía más en tener un silo bolsa en el campo, que es difícil de robar, antes que dólares billetes, que le dan mucha más inseguridad”.
En líneas generales para la gente campo, las medidas anunciadas por el Gobierno dejaron “gusto a poco”, pero de todas formas se destacó la convocatoria de Guzmán para trabajar con el CAA y la puesta en marcha de las compensaciones para aquellos y medianos productores.
Fuente: Ambito.com