Un brote de influenza aviar detectado recientemente en una granja comercial de ponedoras en la provincia de Buenos Aires vuelve a poner en jaque al sector avícola argentino. Esta noticia, confirmada por el médico veterinario Yari Lucerna en el programa Cátedra Avícola, implica severas consecuencias tanto sanitarias como comerciales para la industria, justo en un momento en que se estaban retomando exportaciones clave, como la de China.
Lucerna expresó su preocupación por la gravedad del caso: “Este año se había detectado exclusivamente en aves silvestres y de traspatio, pero ahora apareció en una granja comercial, y compromete a toda la producción”. El especialista señaló que el ingreso del virus suele producirse a través de aves silvestres, pero su propagación responde a deficiencias en los protocolos de bioseguridad dentro de las granjas.
La confirmación de este brote implica, de inmediato, la suspensión temporal de las exportaciones a varios mercados internacionales, entre ellos China, Chile y la Unión Europea. “Ahora tenemos que empezar a esperar dos periodos de incubación completos después de la limpieza y desinfección de la granja afectada. Son 28 días sin nuevos casos para recuperar el estatus de país libre”, explicó Lucerna y advirtió que “para reanudar exportaciones pueden pasar dos o tres años, como ya fue el caso con China”.
Uno de los grandes reclamos del sector, remarcado en la entrevista, es la necesidad de avanzar en esquemas de compartimentalización o zonificación, que permitirían mantener las exportaciones desde regiones no afectadas. “Se está trabajando desde la CONASA, pero es complejo. Estados Unidos y Brasil ya lo implementan. Si hay un caso en Buenos Aires, Entre Ríos podría seguir exportando”, afirmó Lucerna.
Las palabras del veterinario cierran con un llamado urgente a la responsabilidad del sector: fortalecer las medidas de bioseguridad y, sobre todo, no ocultar la aparición de enfermedades. “El veterinario en granja tiene que servir para evitar la diseminación del virus. Denunciar no es castigo, es herramienta sanitaria”, manifestó con firmeza Lucerna, quien además confirmó que SENASA convocó a jornadas informativas para reforzar los protocolos.