La transformación de la avicultura argentina hacia modelos de producción más sostenibles e inocuos tiene en Abiotec a uno de sus principales actores. Fundada en 2012 por un grupo de investigadores formados en el sistema científico argentino, la empresa surgió como una startup biotecnológica especializada en microbiología y hoy es una PYME consolidada con fuerte respaldo académico. “Empezamos con bacterias probióticas desarrolladas en colaboración con universidades públicas y logramos resultados que hoy son clave para mejorar la sanidad y productividad de las granjas”, señaló el presidente de Abiotec, Omar Riva, en diálogo con el periodista Adalberto Rossi.
La propuesta de Abiotec nace como respuesta a una tendencia global: el reemplazo de antibióticos como promotores de crecimiento por soluciones biológicas que respeten el bienestar animal y reduzcan riesgos sanitarios para los consumidores. “Lo que antes parecía una moda, hoy es una demanda instalada”, explica Riva. En este sentido, la empresa desarrolló productos como Nutrilac y Lairon Aviar, que actúan sobre la microbiota intestinal de las aves, promoviendo un sistema digestivo saludable, mayor absorción de nutrientes y, por lo tanto, mejores índices de conversión.
Uno de los grandes diferenciales de Abiotec es su enfoque técnico y su profunda comprensión de las problemáticas del sector. “Sabemos que un broiler es un Fórmula 1, con una genética carísima. Si no cuidás eso con productos adecuados, estás tirando inversión a la basura”, enfatiza Riva. Y en ese sentido, los testimonios de productores que usan sus aditivos son elocuentes: menos mortalidad, animales más vivaces, mejor uniformidad de crecimiento y un claro impacto en la rentabilidad.
La problemática del uso indebido de antibióticos en la producción animal también fue abordada por el presidente de Abiotec. Riva alertó sobre la transferencia de genes de resistencia entre bacterias, fenómeno que puede afectar tanto a la salud animal como humana. “Cuando mal usamos los antibióticos en granja, después el antibiótico deja de servirnos también como pacientes. Es una bomba de tiempo sanitaria y económica”, advirtió. En este contexto, los probióticos representan una alternativa segura y eficaz para prevenir patologías y reducir el uso de medicamentos terapéuticos.
El camino de desarrollo de los productos de Abiotec no fue corto. Según relata Riva, cada fórmula tardó al menos cinco años en su validación académica y otros dos años en pruebas de masificación a campo. Todo se realizó sin depender de insumos importados, lo que convierte a la empresa en un caso de innovación nacional con visión exportadora. Además, su presencia en redes sociales y plataformas como YouTube ha permitido democratizar el conocimiento técnico y acercar su propuesta a pequeños y medianos productores.
Hoy, Abiotec apunta a consolidar su presencia en avicultura tras una etapa de fuerte crecimiento en el sector porcino. Con productos versátiles que pueden aplicarse en alimento o en agua, adaptados a distintos estadios productivos y sistemas de crianza, la empresa se alinea con las exigencias de un mercado cada vez más exigente en términos de sustentabilidad, bienestar animal y seguridad alimentaria. “Nosotros también consumimos nuestros propios probióticos. Creemos en lo que hacemos”, remata Riva, reafirmando con convicción la misión de Abiotec: ciencia, innovación y compromiso con la producción animal del futuro.