En una reciente entrevista mantenida con Pablo Nervi, representante técnico comercial de MSD, se abordaron los desafíos actuales de la industria avícola en Argentina, enfocándose especialmente en la problemática de la laringotraqueitis, una enfermedad viral que afecta a las aves.
La laringotraqueitis es una enfermedad que tiene un impacto significativo en la producción avícola debido a su naturaleza viral y los estragos que puede causar en las aves infectadas. Tal como lo explica Nervi, este virus, un tipo de herpesvirus, puede quedar latente en el sistema nervioso de las aves y reactivarse bajo condiciones de estrés, lo que complica su manejo. Un diagnóstico tardío y la falta de prevención efectiva pueden ocasionar pérdidas considerables en la producción.
Nervi aclaró que el virus de la laringotraqueitis tiene un periodo de incubación relativamente largo, de 6 a 10 días, lo que favorece su diseminación silenciosa antes de que los síntomas se manifiesten de manera evidente. Estos síntomas pueden incluir hemorragias y formación de pseudomembranas en la tráquea de las aves, conduciendo a una mortalidad que puede variar entre el 2% y el 30%, dependiendo de la severidad de la enfermedad y el tipo de estrategia de vacunación implementada.
La diversidad de estrategias vacunales se adapta a las particularidades de cada región. Según el representante de MSD, hay zonas que solo requieren vacunas vectorizadas mientras que en otras, donde el desafío del virus es más intenso, es necesario complementar con una vacuna viva. Estas diferencias obedecen no solo a cuestiones económicas sino a fundamentos científicos sobre la eficacia de las distintas combinaciones vacunales en la prevención de brotes virales.
Una de las soluciones más avanzadas que ofrece MSD es la vacuna denominada Innovax ND y LT, una vacuna recombinante de doble construcción que protege contra la enfermedad de Newcastle y la laringotraqueitis. Esta tecnología de punta es particularmente eficaz en impedir la entrada temprana del virus, esencial para minimizar brotes en la producción avícola. Además, MSD está trabajando en el registro de una nueva vacuna que incluirá protección contra Gumboro, ampliando así el espectro de enfermedades que pueden ser prevenidas con una sola inmunización.
Por último, ante la presencia de un brote, Nervi recomienda la vacunación inmediata y oportuna. Destaca la importancia de una rápida reacción tras el diagnóstico para evitar que la enfermedad se esparza por el galpón. La utilización de vacunas de cultivo celular, disponibles en Argentina, puede ofrecer un grado de protección de hasta el 80% en apenas 6 a 8 días, si se actúa con prontitud. Esto resalta la crucial relación entre los tiempos de respuesta en el manejo de enfermedades avícolas y el éxito en la mitigación de sus impactos en la producción.