La Semana de la Carne de Cerdo, originalmente impulsada por Juan Luis Uccelli, celebra el incremento en el consumo de esta carne en Argentina. Hace ocho años, Uccelli promovió esta iniciativa con la intención de establecer un espacio en el calendario dedicado a fomentar el reconocimiento y consumo del cerdo. Él comenta con humor que han sido muchas las ideas que con el tiempo han resultado exitosas, incluyendo el mito de la carne de cerdo como afrodisíaca, ahora respaldado por estudios.
El ingeniero destaca la importancia de la promoción de cortes frescos como la milanesa y el lomo de cerdo, que han ganado popularidad. “Espectaculares”, describe Uccelli sobre las milanesas de cerdo. Este cambio ha sido parte de una estrategia sustancial para ofrecer carnes complementarias, un concepto que refuerza que las tres principales proteínas en Argentina no son rivales, sino que coexisten para enriquecer la dieta del consumidor.
La industria porcina ha trabajado en la mejora de la producción para garantizar que la oferta esté a la altura de la demanda creciente. “Empezamos con la promoción pero tuvimos que aumentar la producción, porque si no uno promueve algo que después no se encuentra”, explica Uccelli. En su visión, Argentina es uno de los países con mayor consumo de carne por habitante, superando los 115 kilos al año, lo que exige un compromiso conjunto de productores y promotores del consumo.
Finalmente, Uccelli reconoce que la carne de cerdo se ha convertido en una opción tanto económica como gastronómica para el consumidor argentino. “La gran ventaja que tiene la carne de cerdo es que tiene los mismos cortes que la carne vacuna”, señala, destacando cómo esto permite a los consumidores preparar los mismos platos sustituyendo solo el tipo de carne. La versatilidad y el sabor de la carne de cerdo son atributos que han permitido su incorporación como una opción deseable y accesible en las mesas argentinas.