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    Clima y producción: cómo se perfila el cierre de mayo y qué esperar de La Niña

    Natalia Gattinoni, investigadora del área de Agrometeorología del Instituto de Clima y Agua del INTA, analizó las condiciones meteorológicas que atraviesa el país, su impacto en la cosecha gruesa y las proyecciones para el invierno y la primavera.

    Con lluvias intensas en buena parte del territorio nacional, especialmente en la región núcleo, el avance de la cosecha gruesa se ve condicionado por un sistema frontal que continuará activo hasta el domingo. “Es un evento importante, con abundantes precipitaciones en cortos períodos de tiempo, lo que complica el acceso a los campos”, explicó Gattinoni. Sin embargo, adelantó que luego del domingo se espera una ventana de condiciones más estables y un descenso de temperaturas que permitirá retomar las labores de campo.

    Uno de los temas centrales de la charla fue la situación climática a mediano plazo y la posible aparición del fenómeno La Niña. “Estamos actualmente en un período de neutralidad —ni Niño ni Niña— que continuará durante el invierno y parte de la primavera”, detalló la especialista. Sin embargo, el último informe mensual muestra ciertas probabilidades de que La Niña se instale en los próximos meses, lo que podría traer menores precipitaciones.

    “La Niña suele asociarse a condiciones más secas. Si se confirma su presencia, debemos estar preparados para gestionar mejor el agua acumulada ahora y pensar en estrategias para conservar la humedad en los suelos”, recomendó Gattinoni. Esto resulta clave teniendo en cuenta que tras la cosecha gruesa se iniciará la siembra de cultivos de invierno, y la disponibilidad hídrica será fundamental para garantizar buenos nacimientos.

    Respecto al impacto potencial de este fenómeno, la investigadora recordó que la región ya atravesó tres campañas consecutivas influenciadas por La Niña entre 2020 y 2023, con consecuencias severas para la producción agrícola. “Si bien este nuevo episodio aún no está confirmado, el monitoreo será constante y las decisiones productivas deberán considerar estos escenarios posibles”, advirtió.

    En relación a las lluvias actuales, Gattinoni señaló que “mayo ha traído eventos de gran volumen, con suelos saturados y caminos rurales comprometidos en varias zonas”. Por eso, subrayó la importancia de planificar las tareas agronómicas aprovechando las ventanas de buen tiempo que puedan surgir hasta fin de mes.

    Finalmente, destacó la necesidad de fortalecer la gestión climática en el sector agropecuario. “No solo se trata de mirar el pronóstico, sino de desarrollar estrategias de adaptación. Hoy más que nunca, el productor tiene que trabajar con escenarios múltiples y pensar en clave de resiliencia”.

    El Instituto de Clima y Agua del INTA continúa brindando informes técnicos actualizados, con foco en las necesidades de cada región productiva. La entrevista completa con Natalia Gattinoni dejó claro que, en un contexto climático cada vez más desafiante, la información precisa y oportuna se convierte en una herramienta de valor estratégico para el campo argentino.