La innovación biológica y humana a disposición del bienestar del planeta

    En un contexto donde la población mundial asciende a más de mil millones de personas y donde 700 millones de ellas padecen hambre, nos encontramos en la urgencia de llevar adelante las estrategias necesarias para alimentar a las personas del planeta. El aumento de la cantidad de carne avícola para saciar las necesidades humanas es uno de los caminos. Para lograr que este alimento llegue a cada rincón del mundo, la tecnología y el ingenio humano deben estar a disposición de los productores Autor: Anahí Schiavinato, Ceva Salud Animal Cono Sur.

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    Para el año 2050 necesitaremos alimentar a más de 9 mil millones de personas. Esto significa que la producción de carne seguirá en aumento a causa de que la demanda se duplicará para esa fecha. En especial la carne de pollo, que será la de mayor consumo para los próximos años. Esto se debe a que el precio es conveniente en relación con las otras carnes de consumo, es nutritiva y eficiente en términos de emisiones de gases de efecto invernadero; un punto no menor en la sustentabilidad de nuestro planeta. También es relevante mencionar la importancia del huevo como fuente de proteína de origen animal. La producción mundial de huevo viene creciendo de manera exponencial en las últimas décadas debido a la gran demanda de la industria y sus consumidores.

    Teniendo en cuenta los costos de producción, desafíos sanitarios, eficiencia de producción, reducción de antibióticos y seguridad alimentaria, como también el costo de los cereales para alimentar a los animales,

    Pareciera que la única manera posible de generar rentabilidad en la productividad de los avicultores es mediante la optimización del desempeño zootécnico con el desarrollo y aplicación de nuevas tecnologías. La prevención de las enfermedades aviares es un punto fundamental en este sentido.

    Las tasas de mortalidad son comparativamente más altas en pollos debidas a las enfermedades y en ocasiones a epidemias severas que disminuyen la productividad de los avicultores y contribuyen a un déficit del alimento. La vacunación es, entonces, la mejor intervención farmacéutica tradicional.

    Hace décadas que la industria avícola viene innovando y desarrollando constantemente nuevas herramientas para poder enfrentar los nuevos desafíos productivos y sanitarios. Las demandas productivas a las empresas son cada vez más exigentes, de modo que las aves pueden expresar su máximo potencial productivo. Son susceptibles a muchas enfermedades que pueden condicionar los parámetros zootécnicos si no se dan las condiciones necesarias de ambiente, sanidad y manejo. Debemos tener siempre presente que para que las aves puedan cumplir con las demandas productivas deben estar en condiciones adecuadas y no sufrir enfermedades que condicionen su estado sanitario. Para ello, es importante contar con un programa de vacunación acorde a las necesidades de cada productor que proteja a sus aves contra los desafíos sanitarios a las que están expuestas logrando optimizar su productividad.

    EL PLAN VACUNAL IDEAL Y A LA MEDIDA DEL PRODUCTOR

     No existe un plan vacunal universal, sino que éste debe ser adaptado a las necesidades de cada productor o empresa. Para diseñar un programa de vacunación, debemos tener en cuenta:

    • la situación de la granja frente a las enfermedades de la región;
    • los beneficios y limitaciones de las vacunas disponibles en el mercado;
    • los programas integrales utilizando combinaciones apropiadas de vacunas en planta de incubación y en granja.

    Como se mencionó anteriormente, la industria avícola viene invirtiendo en innovación permanentemente, desde hace décadas, especialmente en el desarrollo de nuevas tecnologías de vacunas y en mejoras en las granjas de modo de implementar programas integrales de vacunación que optimicen los agarres de las aves. De esta manera se genera menor estrés y como consecuencia mejores resultados zootécnicos.

    Uno de los avances más importantes en la prevención de enfermedades fue la innovación a nivel de plantas de incubación, mediante la incorporación de equipamientos de última generación y la disponibilidad de vacunas que permiten combinaciones desde el primer día de edad evitando maniobras en granja y favoreciendo el bienestar de las aves.

    Las plantas de incubación son una pieza fundamental en un plan vacunal de ponedoras, ya que desde las mismas se puede implementar un plan integral de vacunación. Para el caso de las aves de vida larga, gran parte de su programa vacunal se implementa desde la planta de incubación completando el mismo en granjas.

    Gracias al desarrollo de nuevas tecnologías en vacunas (complejos inmunes, en gel y vectorizadas) tanto para aplicación en plantas de incubación, el productor tiene la posibilidad de combinar antígenos garantizando vacunar a las aves con menos maniobras. Se pueden prevenir enfermedades como Marek, Gumboro, Viruela, Laringotraqueitis, Bronquitis, Newcastle, Coccidiosis.

    A nivel de granjas también se cuenta con tecnologías avanzadas en vacunas y equipos para su aplicación. La combinación de antígenos permite agarrar a las aves la menor cantidad de veces durante la recría y de esta manera completar el plan vacunal iniciado desde la planta de incubación. Es posible combinar varias vacunas sin necesidad de múltiples maniobras, de esta manera generar menor estrés, mejores resultados productivos y bienestar en las aves.

    Tipos de vacunas disponibles y recomendadas

    • Complejo Inmune: vacunas de alta tecnología donde el virus vacunal se encuentra cubierto por anticuerpos formando lo que se denomina complejos inmunes, Se utiliza en planta de incubación contra la enfermedad de Gumboro sin necesidad de revacunar en campo.
    • Vectorizadas: son vacunas compuestas por un virus vector (de Marek o Viruela), en el cual se inserta material genético de otro virus que se comporta con donante, puede ser de laringotraqueitis, Newcastle, Influenza, entre otros.
    • Vivas atenuadas: vacunas con microorganismos vivos y atenuados por diferentes procedimientos de atenuación, tienen la capacidad de multiplicarse en el ave generando respuesta inmunológica de tipo celular principalmente, sin producir enfermedad.
    • Inactivadas: son vacunas con microorganismos muertos o inactivados por diferentes procesos de laboratorio. Tienen la capacidad de no multiplicarse en el ave y generar una respuesta inmune prolongada y de tipo humoral principalmente.

    CÓMO COMPLEMENTAR EL PLAN VACUNAL

    1- SERVICIOS VETERINARIOS ESPECIALISTAS EN AVES

    Como venimos desarrollando no todo depende de los planes vacunales, sino también de la bioseguridad de las granjas, como también otros controles veterinarios y seguimiento reproductivo. Lo ideal es contar con un equipo de veterinarios especialistas en aves, donde cada miembro posea la experiencia específica en la salud de esta especie y en el manejo en granja para brindar apoyo a los productores.

    2- SOLUCIONES ESPECÍFICAS PARA PLANTAS DE INCUBACIÓN

    Existen programas complementarios al servicio de vacunación que son adicionales a los equipamientos propiamente dichos. Se trata de un proceso completo para mejorar la calidad de la vacunación In-Ovo a un día de edad de los pollitos.
    Dichas soluciones ofrecen una evaluación de las operaciones con pruebas y mediciones de acuerdo a distintos procedimientos. El objetivo es trabajar para mejorar la calidad de la vacunación a través de distintos planes de acción, a saber:

    – la instalación inicial del equipo y entrenamiento del personal en la operación;

    – seguimiento y control del funcionamiento de los equipos y la calidad de los procedimientos de preparación y administración de vacunas;

    – seguimiento de los resultados de manejos para revisión de los indicadores financieros y de rendimiento de la producción.

    3- PROCEDIMIENTOS EN EL MANEJO DE NITRÓGENO LÍQUIDO:

    Los servicios que brindan las empresas que ofrecen vacunas congeladas, ayuda a una mejor preservación de las mismas como también una solución para la calidad logística de los servicios de las mismas. Estos beneficios trabajan sobre cuatro pilares:

    • Cuidado de la seguridad del operador en la manipulación de vacunas congeladas, como de la integridad de la vacuna: gracias al control de la aplicación de procedimientos de seguridad en el almacén y en la planta de incubación;
    • Trazabilidad de las vacunas: gracias al seguimiento desde el almacén hasta la entrega en el cliente;
    • Formación y calificación de los equipos implicados en la logística de las vacunas congeladas.

    4- BIOSEGURIDAD

    Por último, para una exitosa producción avícola siempre es fundamental recordar las medidas de bioseguridad para cuidar a los animales y trabajadores de las granjas:

    • Ingresar aves a la granja provenientes de establecimientos con igual o superior nivel sanitario. Respetar el período de cuarentena y aislamiento, así como las determinaciones diagnósticas que aseguren la introducción de animales libres de enfermedades.
    • No ingresar al país animales, genética, ni productos sin la autorización del SENASA.
    • Evitar el ingreso y el contacto con sus aves de personas ajenas a la granja.
    • Mantener actualizado un libro de registros de ingresos de visitas y vehículos.
    • Mantener los cercos perimetrales y accesos siempre cerrados para evitar el contacto con otros animales domésticos o silvestres.
    • Los trabajadores de la granja deben tener ropa de uso exclusivo en la misma y recibir capacitación constante sobre los riesgos sanitarios.
    • Limpiar y desinfectar los camiones. Los camiones y otros vehículos, así como sus conductores, son factores de alto riesgo, por estar en contacto con otros establecimientos o frigoríficos. El lugar de carga y descarga debe estar alejado del área donde aloja a los animales.
    • No intercambiar equipos, maquinarias y elementos con otros establecimientos.
    • Verificar la calidad y seguridad del alimento y del agua que provee a los animales.
    • Implementar un plan para el control de plagas e insectos. Asimismo, instalar mosquiteros y mallas antipájaros.
    • Contar con sistemas apropiados de eliminación y tratamiento del estiércol y cadáveres. Implementar sistemas como composta, fosas o incineradores, siempre cercados y alejados de los galpones.

    Con innovación tecnológica e inteligencia humana, podemos confiar en el futuro de los alimentos para la población mundial, además de mejorar las prácticas del día a día de los procesos productivos que llevamos adelante.

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