La localidad entrerriana de Crespo fue escenario este jueves de una importante jornada técnica destinada a abordar una preocupación creciente en el sector avícola: el rebrote de la laringotraqueítis infecciosa. Esta enfermedad respiratoria viral, que afecta severamente tanto a ponedoras como a pollos parrilleros, se ha reintroducido con fuerza en una de las zonas núcleo de la producción aviar del país. “Hace ya casi un año comenzaron los primeros casos y nos pegó muy fuerte”, explicó Matías Folmer, representante comercial de Ceva Salud Animal en Entre Ríos.


El evento, organizado conjuntamente por Cátedra Avícola y Ceva, reunió a productores, asesores y técnicos del rubro con el objetivo de “generar un momento de intercambio” más que una simple disertación magistral, según definió Folmer. El punto saliente de la jornada fue la participación del veterinario Luis Sesti, gerente de servicios veterinarios de Ceva para América Latina, y Diego Delgado, especialista en aves de vida larga, quienes compartieron su experiencia en planes vacunales y estrategias regionales para frenar la propagación del virus.
“Nos gusta que este tipo de charlas sean instancias de presentación de casos reales, de experiencias concretas y que entre todos podamos construir una estrategia sanitaria más robusta”, sostuvo Folmer. En ese sentido, hizo hincapié en la importancia de la bioseguridad como complemento inseparable de la vacunación: “De la mano de la vacunación viene la bioseguridad. Ambos aspectos deben trabajarse en equipo”.
La jornada, abierta y no arancelada, fue posible gracias al empuje conjunto de actores institucionales y privados, incluyendo al reconocido Héctor Mota, figura clave en el armado logístico del evento. La elección del Salón de Actos de la Municipalidad de Crespo como sede marcó un hito simbólico para el sector. “Creo que nunca se había hecho una charla técnica de esta índole en ese lugar. Es un reconocimiento para todo el sector productor”, remarcó Folmer.
La convocatoria superó las expectativas iniciales y reflejó el interés creciente de un sector que, tras los cimbronazos sanitarios, busca reorganizar sus defensas. “La lista de inscriptos reúne a empleados de granjas, productores, asesores técnicos y también profesionales ligados a los equipos e infraestructura avícola”, detalló Folmer. Lejos de ser una actividad comercial, el encuentro fue pensado como un gesto de compromiso con toda la comunidad productiva. “Está abierto a todos. Es un mimo para el productor”, concluyó.

