La ciudad de Concepción del Uruguay vivió un momento histórico: la empresa FEPASA organizó una masiva “polleada” con fines solidarios y aspiraciones globales. El objetivo: superar el récord Guinness del mayor volumen de pollo asado registrado, vigente en Uruguay desde 2016. Para garantizar la validez del intento, llegó al país la adjudicadora oficial de Guinness World Records, Natalia Ramírez.
Ramírez explicó que Guinness se involucró desde un mes antes del evento, evaluando documentación, planos del área, disposición de parrillas, tipo de piezas utilizadas y cantidad de participantes. En este caso, los pollos utilizados eran enteros, abiertos al medio para asegurar una cocción tradicional y uniforme, respetando la cultura argentina del asado.
“El día del evento estamos enfocados solamente en la cocción”, señaló Ramírez. Se asaron 4.750 pollos, con un peso promedio de 2.4 kilos cada uno. Para superar el récord anterior, el total cocido debía ser superior a 6.487 kg. Cada pieza debía alcanzar un punto de cocción homogéneo, controlado por los parrilleros mediante supervisión directa de la temperatura y estado de las brasas.
El proceso de pesaje posterior, crucial para la validación del récord, se realiza con balanzas certificadas y equipos de especialistas que registran manualmente cada pesaje. “Todo está documentado y auditado”, aclaró Ramírez, y añadió que el Guinness busca que los títulos se conviertan en eventos extraordinarios, reflejo de preparación, trabajo en equipo y pasión por las tradiciones locales.
Para Guinness, este evento no solo fue un desafío técnico, sino también una muestra de identidad cultural. “Lo que están haciendo aquí es llevar la tradición argentina del asado a otro nivel, al nivel mundial”, concluyó Ramírez.