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    Cómo la energía solar se convierte en una herramienta estratégica para productores: la visión de Cladan Energy

    Carlos Ciminieri —Director de Ventas de Cladan Energy— analiza el nuevo escenario energético argentino, marcado por aumentos, reconfiguración tarifaria y la necesidad creciente de que los productores mejoren su competitividad. Explica por qué la energía solar deja de ser una alternativa y pasa a ser una decisión estratégica para el 2025–2026.

    En el comienzo de un nuevo programa dedicado a la transición energética dentro del sector agroindustrial, Carlos Ciminieri destaca que el 2025 plantea un escenario bisagra: tras años de subsidios cruzados y tarifas contenidas, el ajuste dispuesto por el Gobierno nacional está llevando a que industrias, empresas avícolas y productores agropecuarios reciban boletas con aumentos significativos, especialmente en los cargos fijos y en la distribución.

    Según explica, este salto tarifario obliga a todas las empresas a repensar la forma en la que consumen energía. “No estamos hablando sólo del precio del kilovatio —señala— sino de una reestructuración completa del esquema eléctrico, donde los productores están empezando a sentir el impacto real de costos que antes no se veían”.

    En ese contexto, la energía solar aparece como una herramienta estratégica, no sólo para reducir costos, sino también para otorgar previsibilidad en un país donde la volatilidad energética afecta directamente la rentabilidad de la producción avícola, porcina, lechera e industrial. Carlos destaca que hoy la tecnología fotovoltaica tiene tiempos de repago mucho más cortos que hace algunos años, y que el 2026 podría convertirse en “el año de mayor adopción solar en la historia reciente del país”.

    Cladan Energy —que ya acompaña a integraciones avícolas, cámaras frigoríficas, plantas de alimento y establecimientos agropecuarios— viene trabajando en soluciones que combinan energía solar, monitoreo inteligente, financiamiento y análisis técnico para que cada empresa optimice su matriz energética sin afectar su operación.

    Ciminieri subraya que los productores ya no están preguntando si conviene o no instalar paneles solares: la pregunta ahora es cuándo hacerlo. Frente a un escenario tarifario en ascenso, la eficiencia energética deja de ser un diferencial para convertirse en un componente obligatorio de la competitividad.

    El bloque concluye con un mensaje claro: “La energía solar no es una moda ni un accesorio. Es una herramienta clave para sostener la rentabilidad en un momento de transformación profunda del sector energético argentino”.

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