El ex secretario de Agricultura del Gobierno de Mauricio Macri y actual asesor en temas agropecuarios de Patricia Bullrich, Willy Bernaudo, aseguró que las retenciones a la exportación de cereales pueden eliminarse en 2 o 3 años, mientras que los de soja demorarían entre 4 y 5 años. “Como primer medida hay que ir ordenando la macro, pero simultáneamente con ese proceso, que incluye una eliminación urgente del diferencial del tipo de cambio, hay que desarmar esa madeja cambiaria que es parte del problema”, aseguró Bernaudo. “El último dólar soja ya se plantea como un mecanismo para que entre el dólar contado con liqui, es el sumun de la desesperación por el dólar día por día. Por empezar, el primer día vamos a desarmar todo ese paquete junto con las restricciones a las exportaciones”, indicó el ex funcionario.
En cuanto a las retenciones, “economías regionales y productos de origen animal, van a ser eliminados el primer día. A pesar de que dicen que ya sacaron las retenciones a las economías regionales, aún queda una maraña de productos con distintos aranceles. Todo va a depender de lo rápido que se pueda hacer el proceso de estabilización económica. Hay que ordenar las cuentas fiscales. Tengamos en cuenta que estas medidas que se están tomando desde el Gobierno antes de las elecciones cuestan uno o dos puntos del PBI. Hay que ver con qué escenario de déficit que nos encontremos”, destacó.
Bernaudo, se refirió además a que no se trata solamente de desarmar el cepo cambiario, “sino que en el paquete viene incluido por ejemplo una nueva forma de encarar la política del Banco Central, en donde tenga independencia absoluta” y añadió que el paquete de medidas incluirá reformas laborales y fiscales que se van a poner en marcha, para que haya confiabilidad. “Cuando se vea el gran cambio que se viene en la Argentina, va a generar confianza”, aseguró.
En cuanto al comercio exterior, dijo que “somos uno de los países más cerrados del mundo. Hay que ordenar el gasto e ir generando cada vez más exportaciones, porque las crisis cambiarias no se debieron a que faltaron dólares, sino principalmente a que los gastamos mal. El mundo creció en los últimos 23 años y nosotros nos quedamos mirando la palmera”, concluyó.
