En la segunda parte de nuestra visita a Las Acacias, tuvimos la oportunidad de conocer en detalle el proceso de transformación del huevo desde su llegada a la planta hasta su salida como producto industrializado. Entrevistamos a Nicolás Kistik, Gerente de Producción de Las Acacias, quien nos llevó a través de cada etapa de este fascinante proceso.
Recepción y control de calidad
Nicolás Kistik explica que Las Acacias recibe huevos en cáscara de diversos productores a lo largo del país, incluyendo zonas como La Plata, Mendoza y Salta. Cada lote de huevos pasa por un riguroso control de calidad y frescura, asegurando que solo los huevos de mayor calidad sean procesados. Además, se realizan controles microbiológicos y otros exigidos por el SENASA para garantizar la seguridad del producto.
“Nosotros recibimos el huevo en cáscara de distintos productores y hacemos un control de calidad para darle destino al huevo,” comenta Kistik. Este proceso es crucial para mantener los estándares de excelencia que caracterizan a Las Acacias.
Proceso de quebrado y separación
Una vez aprobados, los huevos pasan a la quebradora, una máquina de última tecnología marca Sanovo. Esta quebradora lineal, a diferencia del sistema de calecita usado anteriormente, ofrece mayor eficiencia y facilidad de mantenimiento. Aquí, los huevos son quebrados y se realiza una inspección visual adicional para asegurar que no haya desviaciones.
“Contamos con una quebradora Sanovo de última tecnología. Es más eficiente y facilita la puesta a punto,” explica Kistik. Esta máquina separa el huevo en clara y yema, que luego pasan por filtros y enfriadores antes de ser almacenados en tanques de depósito.
Pasteurización y control de calidad
La pasteurización es un paso crítico en el proceso de Las Acacias. Una vez que los huevos están separados y enfriados, se cargan en mixers donde se realizan controles adicionales de pH y sólidos. Dependiendo de las necesidades del cliente, pueden añadirse aditivos como sal o azúcar.
“Una vez que está todo chequeado, se pasteuriza para eliminar patógenos como la salmonella,” dice Kistik. Las Acacias cuenta con dos pasteurizadores de 3.000 kg, diseñados para asegurar la eliminación completa de la salmonella y otros patógenos. Este proceso garantiza que el producto final sea seguro para el consumo.
Empaque y distribución
El producto pasteurizado tiene dos destinos posibles: puede ser deshidratado para convertirlo en polvo o envasado como líquido. Las Acacias ofrece una variedad de presentaciones, desde pequeños envases de 2 kg hasta grandes contenedores de 1.000 kg, y camiones cisterna de hasta 24 toneladas.
Para el huevo en polvo, el objetivo principal es eliminar el agua, resultando en productos como yema, albúmina y huevo en polvo. Estos productos se empaquetan en cajas o bolsas craft de 25 kg y se destinan tanto al mercado interno como a la exportación.
“La capacidad de producción de la planta es de 9 toneladas diarias de polvo y 40 toneladas diarias de líquido,” destaca Kistik, lo que subraya la magnitud de las operaciones de Las Acacias.
La calidad como premisa
La visita a Las Acacias y la entrevista con Nicolás Kistik nos permitieron entender mejor el complejo y riguroso proceso detrás de la producción de huevo industrializado. Desde la recepción del huevo en cáscara hasta su transformación en productos pasteurizados y deshidratados, cada etapa del proceso está diseñada para garantizar la máxima calidad y seguridad.
En el próximo bloque, exploraremos cómo la empresa enfrenta los desafíos del mercado y sus planes futuros para seguir creciendo en esta competitiva industria.