La carne argentina sigue abriendo mercados

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    Desde el área de Negociaciones y Comercio Exterior del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas, la Lic. Sofía García habló sobre la necesidad de avanzar en las negociaciones de Argentina con el mundo y de sumar exportaciones y exportadores, luego de un año de logros que empezarán a reflejarse en el comercio con destinos de importancia para la avicultura argentina.

    “Abrimos el mundo desde la sanidad y la inocuidad”

    A modo de cierre de 2017, el sector de Negociaciones y Comercio Internacional del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas hizo un compendio frente a sus socios de las acciones cumplidas durante 2017.

    La presentación reseñó el trabajo realizado por el área abocada al mercado internacional de CEPA, denominada CEPEX, cuyo rol es la representación de los exportadores avícolas argentinos para lograr las condiciones que posibiliten vender al mundo el Pollo Argentino; desde la apertura de mercados sanitaria y arancelaria, hasta la coordinación de acciones promocionales en el marco de Argentine Poultry, siendo fundamental la relación institucional con autoridades nacionales e internacionales, públicas y privadas, de los destinos de interés.

    “Este fue un año de mucho trabajo, que se caracterizó por lograr resultados en numerosos temas muy importantes en la agenda de CEPEX. Las gestiones del área, son en su mayoría de mediano y largo plazo, y cerramos 2017 con resultados, en diferentes destinos, esperados durante mucho tiempo por las empresas exportadoras”, explica la Lic. Sofía García, Coordinadora de Negociaciones y Comercio Internacional de CEPA. “Al mundo sólo se llega con sanidad e inocuidad, pero el posicionamiento se logra con las negociaciones y la competitividad.

    Desde que Argentina decidió producir para exportar, trabajó y aprendió muchísimo. Siempre supimos que la sanidad es un pre-requisito y es la principal ventaja comparativa del país. En inocuidad la evolución es la constante, permitiendo superar las auditorías de los países más exigentes y cada vez más proteccionistas. Tenemos más de 100 mercados abiertos y tenemos los destinos jerárquicos de Asia, Europa, América del Sur, y ahora también tenemos América del Norte.

    ¿Qué desafíos tenemos por delante? Sin duda, llegó la hora de las negociaciones, un punto débil del país, pero indispensable, junto a la competitividad, para lograr el posicionamiento de nuestro producto en el mercado internacional.

    Estábamos cerrados al mundo, pero pudimos conservamos en el top ten de los países exportadores por el estatus sanitario de Argentina, el alto nivel de inocuidad de los establecimientos y por la convicción exportadora de algunas empresas, incluso, a pérdida”, explica la Lic. Sofía García. La actual gestión de Gobierno plantea una política de apertura internacional y el sector la acompaña.

    “Debemos entender que la apertura puede ser recíproca, es decir, las negociaciones nos permitirían llegar al mundo en condiciones preferenciales –cupos y/o aranceles–, pero también permitirían al mundo llegar a Argentina. De aquí se desprende otro desafío: todos los establecimientos deben lograr el estatus mínimo exportador, porque el mercado internacional empieza en la puerta de casa.

    Nuestra mayor fortaleza es conservar nuestro estatus sanitario y un alto nivel de inocuidad, que constituya la base para aceptar reciprocidad en las Negociaciones”, sostiene la Coordinadora de CEPEX. La vida de los negocios, más aún cuando los márgenes son tan pequeños, requieren crecimiento.

    El consumo del mercado doméstico ya ha alcanzado niveles de saturación, por eso, cada tonelada adicional producida, debe enfocarse a la exportación. Hoy de 50 empresas socias de CEPA, son 15 las netamente exportadoras y en ese objetivo se enfoca toda la tarea. La especialista destaca que “una de las principales gestiones del año, sin dudas, fue el avance en la negociación del Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y el Mercosur.

    Es un trabajo que lleva más de veinte años, porque las primeras intenciones datan de los años ‘90, hubo intercambio de listas de productos en el 2004, pero no prosperó. Con ese antecedente, ante la reapertura de negociaciones en el año 2010, trabajamos en un acuerdo sectorial del bloque y constituimos la Coordinadora de Industrias Avícolas del Mercosur (CIAM), en conjunto con Brasil, Uruguay y Paraguay.

    Convocamos a los pares de CEPA de los otros tres países y elaboramos una presentación común que manifestó el interés y la propuesta de la Avicultura del Mercosur, con el fin de elevarla a los Gobiernos de cada uno de los cuatro países y así facilitar el trabajo de los negociadores al representarnos.

    La CIAM ratificó su posición en el año 2016, ubicando al sector como uno de los principales interesados en avanzar en el TLC, con un mensaje unificado antes y durante el intercambio de ofertas entre ambos bloques”. Las negociaciones comenzaron con un pedido de 300 mil toneladas para Mercosur, libre de arancel intra-cuota, ofreciendo reciprocidad. “En 2016 nos hicieron una oferta de 78 mil toneladas de carne aviar con y sin hueso, con un arancel preferencial que oscilaría en el 2% del valor FOB”, señala García.

    Desde octubre de 2016, hasta la última reunión en Bruselas, en diciembre de 2017, no hubo novedades oficiales, pero el sector continua reclamando una cuota mucho más importante.

    La otra condición importante que a negociarse es la tasa de crecimiento que tienen siempre este tipo de cuotas, denominadas contingentes, estimada entre el 3 y el 10% anual. A partir de la suscripción habrá que determinar cuál es la distribución intra- Mercosur, para asignar las toneladas a exportar por cada uno de los cuatro países del bloque. Si bien ya hay empresas que venden a la Unión Europea, podrían acceder a este cupo con arancel preferencial todas las que posean o se adecuen a las exigencias para ese destino, siendo importante destacar que el SENASA posee acuerdo con la UE, por lo cual es el responsable de fiscalizar y aprobar a los establecimientos solicitantes, bajo la modalidad pre-listing. “De los cuatro miembros del Mercosur el gran exportador es Brasil, seguimos nosotros en segundo puesto, luego Uruguay y Paraguay.

    Cada año, si quedase remanente de alguno de los 4 miembros, los otros podrán cubrirlo, dando cumplimiento a la normativa establecida para la redistribución”, explica la Coordinadora de CEPEX. Cabe destacar que una vez definido todo esto, la aprobación del tratado puede llegar a demorar hasta tres años. Sin embargo, “al firmarse empezaremos a caminar en cuenta regresiva.

    Para nosotros 20 mil toneladas de pechuga deshuesada –que es el principal corte importado por Unión Europea–, corresponden a un mes de faena actual en Argentina, es decir, 60 millones de pollos.

    Esto explica la importancia de nuestra insistencia por una mayor cuota inicial y la definición de la tasa de crecimiento anual”, advierte García. HORIZONTE DE NEGOCIOS: EL MUNDO El trabajo de la Cámara contempla el horizonte de los negocios de las empresas exportadoras, siendo el objetivo principal, lograr el marco necesario para que el intercambio comercial sea posible.

    “Debemos abrir el mundo, tener los establecimientos habilitados y lograr negociaciones preferenciales; pero también debemos ser realistas y conocer los recursos, no sólo de nuestra industria, sino de todo el sistema involucrado en una exportación. Por eso, no sólo somos proactivos con nuestra agenda, sino que trabajamos estrecha y cotidianamente con los ministerios y organismos públicos, transmitiendo realidad y sugiriendo propuestas”, sostiene la Coordinadora de CEPEX.

    Esta forma de trabajo ha posibilitado llevar adelante gestiones con destinos como México durante el año 2017. “Es un destino con el que en simultáneo venimos trabajando en tres frentes: habilitación de establecimientos, negociación bilateral y renovación de cupo de importación con arancel cero”, comenta la especialista.

    Argentina actualmente puede exportar carne de pollo a México haciendo uso de un cupo de toneladas sin arancel, renovadas recientemente hasta el 31/12/2019 o hasta que se agoten, ya que se trata de una cantidad fija, que hoy ronda en 140.000 toneladas aproximadamente, a ser cubiertas por los países exportadores no miembros del NAFTA. Por lo cual, este cupo es un paraguas temporal para el negocio avícola.

    Los aranceles de importación normales en México, son prohibitivos, ya que superan el 100 por ciento. Argentina y México, poseen un Acuerdo de Cooperación Económica (ACE 6), reabierto en julio de 2016, en ocasión de la visita del Presidente Enrique Peña Nieto a nuestro país y en plena negociación.

    El objetivo es incluir a la carne de pollo en el Acuerdo, con una cuota propia libre de arancel, para la exportación desde Argentina. A instancia de la Secretaría de Mercados, CEPA identificó a sus contrapartes de interés en el destino, ya que México se caracteriza en avanzar en las negociaciones sólo si los sectores privados demuestran interés en la apertura.

    García pone énfasis en el acuerdo entre partes: “cabe resaltar que la predisposición de los importadores mexicanos se potenció luego de la concreción de una visita de auditoria del SENASICA, a cargo del SENASA, con excelentes resultados que nos permiten cerrar el año con 10 establecimientos habilitados hasta 2020 para la exportación de carne aviar, además, de las tres plantas de incubación habilitadas a principio de 2017 para la venta de huevo fértil al destino.

    Todo se fue coordinando de forma tal de proyectar la inserción del producto argentino en México con visión de largo plazo: podemos conocer el mercado haciendo uso del cupo libre de arancel, luego, para desarrollar la relación comercial, necesitábamos demostrar a los clientes factibilidad como proveedores confiables, lo que se logró superando la exhaustiva auditoria a nuestros establecimientos, coordinada y garantizada por SENASA, tanto durante su ejecución como en destino, en el marco del ACE 6.

    Ahora, insertarnos y posicionarnos en el mercado mexicano requiere de condiciones de largo plazo, es imprescindible lograr la inclusión de la carne de pollo con cuota propia y sin arancel en el Acuerdo Bilateral, que esperamos se firme en 2018”. CANADA Y CHINA En 2017, también Canadá abrió sus fronteras a la carne de pollo argentina, y China aceptó la habilitación de establecimientos por muestreo con garantía de SENASA, abriendo además, el mercado de vísceras comestibles.

    “Ambas fueron gestiones muy largas, hablamos de 7 a 10 años, lo que requirió un trabajo conjunto entre el SENASA y la industria avícola, con compromiso profesional y objetivos claros de ambas partes. Y en el último tramo, la mejora en las relaciones entre los países y la prioridad dada por Agroindustria a estos temas, contribuyó –sin dudas– para alcanzar estas meta”, considera la Lic. Sofía García.

    La apertura de Canadá, resulta de interés por dos motivos, asegura Sofía García: “partiendo de nuestra idea rectora de «abrir el mundo para nuestro producto», este destino era un desafío que debía lograrse. Pero la particularidad del mercado es el tipo de producto que compra y, principalmente, la pechuga deshuesada.

    A diferencia de nuestros competidores, nosotros nos posicionamos dentro del top ten del ranking mundial «a pulmón »… sin cuotas, sin negociaciones, ni preferencias arancelarias”. A la hora de trozar un pollo, lo ideal es integrar el costo desde la venta del corte más caro; en nuestro caso, la pechuga.

    Canadá se constituyó en objetivo originalmente por ser un importador de pechuga. “A lo largo de los años que nos llevó la apertura de Canadá, su mix de compras fue variando, pero no así nuestro interés en lograrlo. Ahora, y en retrospectiva, también consideramos que hemos superado otra meta: poder llegar con nuestro pollo a América del Norte, entendiendo que los sistemas de habilitación, las exigencias normativas de inocuidad y sanidad, son diferentes a las europeas o a las de otros destinos jerárquicos con los que ya trabajábamos, lo que fortalece la versatilidad de nuestros establecimientos como proveedores multidestino.

    El último paso, es la habilitación de establecimientos, que comenzará a concretar SENASA en los primeros meses de 2018, previa auditoría a las plantas, dado el acuerdo de pre-listing alcanzado con el CFIA, autoridad sanitaria canadiense”, explica la Coordinadora de CEPEX.

    China tiene un sistema de habilitación de plantas exportadoras muy complejo, que suma a su alta exigencia en inocuidad, los largos plazos entre visita y visita y los pocos días de estadía en el país, que son insuficientes para visitar a todos los establecimientos interesados en el destino.

    Con ello, las empresas que no cuentan con esta habilitación quedan literalmente excluídas del mejor comprador de garras y alas del planeta. El informe de la auditoría realizada en 2016, y recibido recién en abril de 2017, arrojó excelentes resultados, ya que más allá de la evaluación a los establecimientos visitados, delegó en SENASA la auditoría y recomendación de los solicitantes no visitados.

    Y más aún: la autoridad china propuso a SENASA establecer un procedimiento específico de supervisión permanente para dar garantía anual de las plantas exportadoras actuales. “En síntesis, cerramos el año con excelentes resultados en este destino: tenemos 16 establecimientos habilitados; están pronto a listarse 2 nuevos y 9 plantas más no visitadas ya están trabajando con SENASA, lo que daría la posibilidad de ser habilitados sin esperar visita. Los casos no cubiertos, que luego de este avance son muy pocos, serán incluidos en la próxima visita de la CNCA, par chino del SENASA, con confirmación en la agenda 2018, producto de la permanente relación entablada entre el Ministerio de Agroindustria con la AQSIQ.

    El aprendizaje de todos estos años con el destino, podría capitalizarse convirtiéndonos en uno de los países exportadores de pollo con más establecimientos habilitados para China. En 2016 significó el 30% de nuestras exportaciones y en 2017 el 25%, sumado a que el valor FOB promedio por tonelada se mantuvo entre los mejores, a pesar de los bajos precios de los últimos años en el mercado internacional.

    China es un destino prioritario no sólo para la Argentina, para la avicultura y cada una de las empresas avícolas exportadoras” resalta. PERFORMANCE DEL AÑO Desde CEPEX señalan que, al cierre de 2017, las exportaciones de carne aviar representarían el 10% del total de toneladas producidas, nivel muy similar al año anterior, cuando el mismo indicador alcanzó el 9%.

    Si se toman datos de los primeros diez meses se puede concluir que la expansión interanual fue del 5% en toneladas y 16 puntos porcentuales en valor. “Al tener una paridad cambiaria tan poco favorable, claramente debemos cerrar a mayores precios. Esto demuestra no sólo convicción, sino un gran esfuerzo de parte de las empresas exportadoras, orientado a mantener mercados y el nivel total de actividad de la industria”, indican desde la entidad.

    En este contexto, China superó el 24% de los negocios, Sudáfrica el 16%, Medio Oriente 12%, Rusia 8%, Chile 6% y, por último Hong Kong, 5%. En un marco donde el resto del mundo significa 29 puntos porcentuales de las exportaciones, Europa, en 2017, no llegó a sumar cuatro puntos en el comercio exterior, lo cual permitirá pronto expandir el volumen de operaciones de acuerdo a los tratados antes mencionados.

    Tomando en cuenta que la producción argentina repitió en 2017 los valores de 2016, con un aproximado de 2,06 millones de toneladas, se lograron exportar 200 mil, muy lejos de las 367 mil que se vendieran al exterior en 2013. “Tenemos que salir de las dependencias de grandes toneladas, necesitamos diez destinos de unas 15 mil toneladas.

    Hoy tenemos más de cien destinos abiertos y en 2017 fueron 61 destinos activos, de los cuales 13 países significan el 71% de las toneladas”, remarca la responsable de Cepex sobre las actividades en marcha que permiten aspirar a crecer al menos 20 mil toneladas. Un dato no menor es que son sólo 15 las empresas netamente exportadoras, ya que el resto vende al exterior sólo productos como pueden ser alas, garras y corazones; es decir, no producen para exportar, destinan al mercado internacional cortes que Argentina no consume o que como en el caso de las alas, es mejor pagado por el resto del mundo. Este es el caso de 12 empresas.

    Los objetivos próximos y de la mano del Mercosur, es avanzar en Negociaciones con Corea del Sur, Canadá y también con el EFTA (European Free Trade Association) que tiene como socios a Islandia, Suiza, Noruega y Liechtenstein, siendo Inglaterra uno de los fundadores y con su salida de la UE puede representar una nueva oportunidad de negocio. La promoción del Pollo Argentino en 2018 se realizará a través de ferias, entre las que destacan Gulfood, en Dubai; Sial China y Sial París.

    También se está programando una misión comercial a Canadá junto con la Agencia Argentina de Inversiones y el Ministerio de Agroindustria, y misiones inversas de importadores cubanos en febrero, y mexicanos en marzo.

    En cuanto a capacitaciones, la Cámara proyecta repetir las Jornadas de Inocuidad y Actualización de Mercados organizadas en conjunto con SENASA, escalando la experiencia también a otros temas, como Bioseguridad, según lo dejó expresado el Presidente de CEPA, Roberto Domenech en la clausura del encuentro de Noviembre pasado.

    SISTEMAS MÁS SENCILLOS

    Sofía García señala que a partir de noviembre de 2016 se puso énfasis en la ”simplificación”. Ante el atraso del tipo de cambio, que es uno de los factores de competitividad para un país exportador, el sector identificó proactivamente ineficiencias a lo largo de toda la cadena, principalmente en relación a organismos públicos, por tratarse de estructuras muy burocráticas o desactualizadas.

    Esta información generó gran interés en la Jefatura de Gabinete de la Nación, que junto al Ministerio de Agroindustria propuso trabajar en un relevamiento integral de la cadena en su relación con Organismos Públicos. Fue fundamental en esta instancia la participación de las empresas, que pusieron a disposición a sus referentes de cada eslabón de la cadena, brindando información absolutamente detallada y, de generación cotidiana, en el proceso productivo.

    Luego, desde el Gobierno, trabajaron en un reordenamiento de trámites y bajaron el tema a cada uno de los organismos involucrados. En el que más receptividad encontraron fue en SENASA, donde se trabajó y avanzó durante 2017 en temas como: reorganización y modernización de CAPA –área dedicada a la aprobación de rótulos y envases–, y certificados de exportación electrónicos para todos los destinos de carne aviar.

    “No es sencillo encarar este tipo de cambios, ni para el organismo ni para las empresas, pero es necesario jerarquizar a los organismos técnicos, simplificar los procesos y hacer más sencilla la operatoria productiva y exportadora. Cuando vayamos alcanzando postas, sin duda la experiencia podrá escalarse y ser capitalizada también por otros sectores”, concluye Sofía García.

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