Influenza aviar: Vacunar sería lo peor que nos podría pasar

    Así lo aseguró Rodolfo Acerbi, Vicepresidente del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) en relación al caso de Influenza Aviar detectado en un ave silvestre en la provincial de Jujuy.

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    Si bien el funcionario remarcó la necesidad de reforzar la bioseguridad, ya que se trata de un virus muy agresivo, destacó que la industria avícola ya venía trabajando en la prevención desde hace mucho tiempo y más aún desde que se detectó Influenza Aviar en el Cono Sur (Perú, Venezuela, Chile y Bolivia).

    En ese sentido Acerbi puso especial énfasis es que tanto CAPIA (Cámara Argentina de Productores e Industrias Avícolas) como CEPA (Centro de Empresas Procesadoras Avícolas) están trabajando junto al SENASA codo a codo; “el año pasado hicimos un simulacro en Esperanza, Santa Fe y estabámos preparados… sabíamos que esto podía llegar, porque las aves migratorias –que son las que trasladan el virus– no nos dejaban otra opción que hacer vigilancia pasiva, gracias a Parques Nacionales que recorre todos los espejos de agua y Parques Provinciales que lo hace en los parques”, señaló el funcionario.

    Acerbi recomendó, en primer lugar, “decirle a la población que no toque aves muertas o que parezcan borrachas (una gaviota, un biguá, cualquier ave de laguna), sobre todo ahora que viene un fin de semana largo y va a los espejos de agua a tirar la caña, o a disfrutar un día de esparcimiento”.

    En relación a las posibilidades de transmisión al hombre, Acerbi señaló que “son bajas, pero las hubo. Hubo dos casos en el mundo (uno en EE.UU. y otro en Ecuador) en 25 años de epidemia de Influenza Aviar en el mundo. Pero tenemos que evitarlo porque las posibilidades existen. Nosotros cuando vamos a tomar muestras lo hacemos preparados con guantes, barbijo y anteojos, como corresponde”.

    Por otro lado, teniendo en cuenta el caso detectado en un cisne de cuello negro en Maldonado, Uruguay, el funcionario consideró que “las aves están circulando y hay infecciosidad circulando también”. En ese sentido, Acerbi recomendó que aquellas personas que tienen aves de traspatio y que con frecuencia les abren las puertas de sus garllineros para que puedan salir, que por el momento las mantengan en cautiverio para evitar el contagio de las mismas. Incluso recomendó la instalación de una malla que recubra los mismos a fin de evitar el contacto con otras aves.

    Acerbi fue categórico al afirmar que la población puede estar tranquila y continuar consumiendo huevos y pollos, ya que no hay riesgo en el consume de esos productos. El SENASA verifica todas las aves que se faenan en las plantas procesadoras.

    La vacunación fue otro de los puntos que abordó el Vicepresidente del SENASA: “El mundo no vacuna. La vacuna nos hace un lío bárbaro en la vigilancia. Cuando uno vacuna, después no sabe si las aves están enfermas o están vacunadas, y por lo tanto, si llegara a haber anticuerpos hay que matar…, porque no tenemos otra salida. Vacunar nos va a confundir. Nos va a llevar a la noche en la vigilancia. Hoy no hay vacunas que nos permitan diferenciar un anticuerpo generado por la vacuna o por la enfermedad. Vacunar sería lo peor que nos podría pasar. Algunos países están evaluando en los abuelos de alta genética si hay una oferta de virus circulando muy cerca del plantel, a los efectos de preservar la genética. Pero hoy, lamentablemente, no contamos con una herramienta biológica que nos permita prevenir”.

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