Bioseguridad: “debemos concientizar a nuestros productores”

    Conversamos con el MV Horacio Gamero acerca de la actualidad de la sanidad en el mercado de pollos parrilleros. "Hoy estamos viendo que después de un año y medio los resultados se empiezan a consolidar. Actualmente hay algunos cuadros bacterianos, porque en invierno se ventila menos (retención de yema y contaminación secundaria). Pero los cuadros de altísimas mortandades ya empiezan a ser historia", expresó.

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    El MV Horacio Gamero, gerente de Producción de Granja Tres Arroyos se refirió a los resultados sanitarios de la primera parte del año, luego de haber inmunizado a las madres. También se refirió a las medidas de bioseguridad que el sector debe tomar, para evitar pérdidas en carne de pollo. “Este fue un año muy particular. En un principio,  todo el mundo estaba asustado y preparado en cuanto a la posible crisis energética y la falta de gas en GLP. Las empresas habían trabajado en una estrategia diferente para ver cómo podíamos garantizar la calefacción de nuestros pollitos, pero hemos pasado ya los días más complicados del invierno y, producto de que no hizo tanto frio, estuvo muy tranquilo todo. De hecho, los consumos promedio de este año son un  15% más bajos respecto del año anterior, esto nos ayudó mucho. A partir de este mes, entramos en una etapa en donde es más fácil calefaccionar  ya que no hace tanto frio, y es más fácil ventilar porque los días son más agradables y permiten abrir y ventilar los galpones para que trabajen en transición y lograr una mayor calidad de ambiente”.

    En cuanto a la  situación sanitaria en la zona de Entre Ríos, el especialista aseguró que “por suerte estamos volviendo a los cuadros que teníamos previo a la aparición del adenovirus que nos generó hepatitis a cuerpo de inclusión. La realidad es que ahora los resultados volvieron a la normalidad y ahora tenemos lotes que tienen menos del 5% de mortandad. Afortunadamente, estamos trabajando en un promedio de 8% y viene en baja, fundamentalmente por la vacunación a las madres de los pollitos para prevenir esta enfermedad. Estamos viendo los resultados luego de un año y medio y vemos que fue una decisión acertada. Todavía quedan algunos cuadros bacterianos, producto de la poca ventilación de los galpones en el invierno, se humedecen las camas de las reproductoras  y la calidad del huevo incubable es óptima pero no excelente y aparecen algunos cuadros de retención de yema y de contaminación secundaria que se están dando en esta época”

    De esta manera, Gamero aseguró que “debemos pensar en la estrategia de que hay que seguir inmunizando de por vida a las reproductoras entre las 8 y 10 semanas con la primera dosis y entre 12 y 14 con la segunda, para preparar la inmunidad con el fin de que los pollitos no sufran cuando lleguen al campo”.

    “Hoy  estamos mirando el paso de la enfermedad con otra óptica, aprendimos muchísimo, pero sin dudas que nos queda mucho por recorrer. Debemos seguir trabajando en bioseguridad y concientizar a  nuestros productores para que, si no hacemos limpieza y desinfección de todo vehículo y persona que accede a los predios, probablemente tengamos sobresaltos y sigan apareciendo cuadros clínicos, especialmente en lotes de reproductoras que están llegando a sus últimos ciclos de reproducción, donde las tasas de anticuerpos para bebes son más bajas

    “A veces somos nosotros mismos los que descuidamos las medidas de bioseguridad, tenemos que trabajar más en el reciclado de camas, por ejemplo. Teniendo en cuenta que en este último año y medio la cantidad de kilos de pollo que hemos dejado de producir como resultado de esta enfermedad, fue una advertencia. Si esto hubiera sido Newcastle o Inluenza, estaríamos hablando de consecuencias más graves”, concluyó.

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